Ni cerveza ni refrescos azucarados, estas son las tres bebidas que deberías evitar para cuidar tu cerebro, según los expertos

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Lo que comemos y bebemos influye en nuestro bienestar más de lo que solemos imaginar. Aunque muchas veces centramos nuestros esfuerzos en proteger el corazón, el estómago o los músculos, existe un órgano vital que rara vez recibe la misma atención: el cerebro.

En este ámbito, algunas bebidas pueden contribuir al estrés oxidativo, alterar neurotransmisores o, incluso, favorecer el desarrollo de trastornos neurodegenerativos. Una de ellas son los refrescos light, y es que, aunque puedan percibirse como una alternativa más sana frente a los refrescos convencionales, los refrescos light están vinculados con un aumento del riesgo de demencia y accidente cerebrovascular, según algunos estudios recientes.

El motivo de estos podría estar en los edulcorantes artificiales, que se asocian a una mayor intolerancia a la glucosa. Esta condición, a su vez, puede favorecer la aparición de diabetes tipo 2, una de las patologías que elevan el riesgo de deterioro cognitivo.

Otra de las bebidas poco indicadas son los zumos, especialmente los industriales, ya que concentran un elevado contenido de azúcares añadidos que afectan directamente a estructuras cerebrales como el hipocampo. Investigadores de la Universidad de Boston advierten que estas bebidas pueden acelerar el envejecimiento cerebral.

Por último, y esto te va a sorprender, aunque durante años se ha difundido que una copa de vino tinto al día podría tener efectos positivos sobre la salud, varios especialistas ponen en duda esta creencia. Estudios recientes han comprobado que incluso una o dos bebidas alcohólicas diarias pueden reducir el volumen cerebral, afectando regiones clave para la memoria y la concentración.

Reducir el consumo de bebidas perjudiciales puede ser un paso crucial hacia una mejor salud cerebral. Reemplazarlas por agua, infusiones naturales, batidos verdes o zumos caseros con bajo índice glucémico, puede ayudarte a preservar tu función cognitiva y prevenir el deterioro con el paso del tiempo.