Ni bastoncillos ni remedios caseros: el truco definitivo para mantener tus oídos limpios y sanos, según una experta

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Lo primero es reflexionar sobre esta cuestión, ¿quién no ha sentido esa irresistible necesidad de limpiar sus oídos con un bastoncillo de algodón después de la ducha? Como sabemos, es casi un ritual cotidiano para muchos, si bien según ha publicado en redes la Dra. Sandra Besold, este hábito tan extendido podría estar haciéndonos más mal que bien.

Creadora de contenido sobre bienestar y salud desde un enfoque integrativo y funcional, la doctora ha compartido a través de Instagram un vídeo que ha dado mucho de qué hablar. En él, lanza una advertencia clara: introducir objetos en el canal auditivo, como los populares bastoncillos, puede ser perjudicial. “No solo empujas la cera más hacia el interior, sino que podrías terminar dañando el tímpano o irritando la delicada piel del canal”, explica Besold.

En concreto, la cera, lejos de ser un residuo molesto, cumple una función esencial en la salud del oído. Actúa como una barrera natural que atrapa impurezas y bacterias, protegiendo el canal auditivo. Por tanto, no es necesario eliminarla por completo, sino favorecer que el oído se limpie de forma natural. Es así como, para poder lograr esto, la doctora propone una alternativa tan sencilla como eficaz: aprovechar la ducha.

Tal y como indica en esta publicación, inclinar ligeramente la cabeza bajo el chorro de agua tibia permite que entre suavemente en el oído. Acto seguido, se repite el proceso del otro lado y se deja que el agua salga sola, sin forzarla. Al terminar, basta con secar la parte externa del oído con una toalla, usando el dedo con suavidad, pero sin introducirlo bruscamente.

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De este modo, este pequeño gesto diario puede marcar una gran diferencia. Tanto es así que no solo se evita la acumulación de cera, sino también posibles infecciones o molestias derivadas de una mala higiene auditiva, según el consejo y las indicaciones de esta experta.