Esta es una de las semillas más consumidas en España y pocos la toman bien: si no se consume de manera adecuada puede ser contraproducente

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Las semillas de chía se han convertido en uno de los alimentos más de moda, como demuestran los millones de recetas que pueblan las redes sociales. Una fama que no parece decaer, con propiedades como su ayuda en la regulación del colesterol, y superando la de otras semillas como las de sésamo.

De hecho, como revelan los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las importaciones de esta semilla en España han crecido más de un 400% en la última década. Un alimento saludable, que no milagroso, que también puede tener serios peligros para la salud.

Por ello, aunque las semillas de chía destacan por su perfil nutricional, rico en fibra, ácidos grasos omega-3, proteínas y antioxidantes, no todo el mundo sabe que, si no se consume de manera adecuada, puede causar efectos contraproducentes para la salud.

Entre sus beneficios, que a la par es por lo que debe ser tomada con precaución, la chía (Salvia hispanica L.) posee un altísimo contenido de fibra soluble. De hecho, cada 100 gramos de ella puede aportar hasta 34 gramos de fibra, lo que representa más del 100% de la ingesta diaria recomendada, de acuerdo con las directrices del Instituto de Medicina de Estados Unidos.

El peligro de consumir mal la chía

Una aliada para la salud digestiva y cardiovascular, que también puede generar problemas si se abusa de ella o se consume mal. Si se consume sin haber estado en contacto con líquidos, puede absorber líquidos dentro del tracto digestivo, generando molestias como hinchazón, estreñimiento e incluso obstrucciones esofágicas en casos extremos, que podrían producir problemas respiratorios.

Por ello hay que destacar que es muy peligroso para la salud ingerir chía seca y sin hidratación previa. Así, un estudio publicado en 'The American Journal of Gastroenterology' revela un caso clínico en el que un paciente sufrió una obstrucción esofágica tras ingerir una cucharada de chía seca seguida de un vaso de agua. La semilla se expandió en el esófago y formó una masa gelatinosa que requirió intervención médica.

De ahí que se deba recordar que lo ideal es hidratarla durante al menos 20 minutos antes de su ingesta. Además, también se recomienda no superar los 25 gramos diarios, unas dos cucharadas soperas, especialmente en personas con dietas bajas en fibra o con antecedentes de problemas gastrointestinales. A lo que sumar que su consumo debe ser moderado en personas que toman anticoagulantes o antihipertensivos. Por lo que siempre es recomendable consultar con un médico.

Además, si has intentado tomarla, pero no te gusta su sabor o ves poco práctico tener que esperar a que se hidrate, debes saber que muchos otros alimentos cuentan con propiedades nutricionales muy similares, incluyendo productos más de proximidad como las nueces o las almendras.