Qué significa que una persona vista constantemente de rojo, según la psicología

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El rojo no es solo un color llamativo en la paleta cromática, también es una declaración de personalidad. Es justo el tono de los latidos y quienes lo eligen habitualmente para vestirse no solo buscan destacar: están proyectando mucho más de lo que parece a simple vista. Tal y como hemos leído en un artículo de 'ABC', la psicología del color, una rama que analiza cómo influyen los colores en nuestras emociones y comportamientos, tiene mucho que decir sobre esta poderosa tonalidad.

En concreto, según la psicóloga Lara Ferreiro, el rojo simboliza fuerza, pasión y seguridad. De hecho, no es casualidad que haya sido el color insignia del diseñador Valentino o que grandes iconos del cine como Marilyn Monroe o Audrey Hepburn hayan inmortalizado sus vestidos rojos. Este color tiene la capacidad de atraer todas las miradas, y por algo se asocia también al liderazgo, la valentía y la energía.

De este modo, vestirse de rojo de forma constante puede reflejar una personalidad enérgica, decidida y segura de sí misma. Al hilo del mencionado artículo, Jonathan García-Allen, psicólogo español, señala que el rojo incrementa la frecuencia cardíaca, genera adrenalina y eleva los niveles de excitación y entusiasmo. Se trata, en definitiva, de una herramienta visual que potencia la presencia y el carácter.

Además, cabe mencionar que este tono vibrante suele ser el favorito de personas independientes, proactivas y con una actitud perseverante. Poco se habla, pero también es habitual que lo lleven quienes disfrutan tomando la iniciativa, ya sea en el ámbito social o profesional. Ferreiro añade que no es raro ver este color en cenas importantes o reuniones clave, donde proyectar poder y confianza es fundamental.

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Por otro lado, hay quienes lo evitan deliberadamente. Estas personas suelen preferir pasar desapercibidas, son más reservadas y, en palabras de la psicóloga, pueden tener cierta inseguridad o falta de conexión con aspectos más sensuales de su personalidad. Tanto es así que, para ellas, los colores neutros u opciones más apagadas resultan más cómodas y seguras de llevar. El rojo, entonces, no solo decora el cuerpo: habla, comunica y revela aspectos profundos de quien lo lleva.