Las claves a seguir para mantenerte activa cuando no tienes tiempo para hacer ejercicio, según los expertos en bienestar
Las pequeñas rutinas de ejercicio que podamos establecer en el día a día serán clave para evitar la vida sedentaria y mantenernos activas
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La falta de tiempo no tiene por qué convertirse en una excusa para llevar una vida sedentaria. Según los especialistas en bienestar, mantenerse activa sin hacer ejercicio es posible si incorporamos pequeños hábitos diarios que suman más de lo que pensamos. No se trata de llevar a cabo rutinas exigentes o con horarios imposibles, basta con realizar actividades que rompan con el sedentarismo.
Los expertos coinciden: la actividad física no se limita al deporte planificado. Caminar con un ritmo constante durante 15 minutos, subir escaleras en lugar de usar el ascensor o estirar los músculos cinco minutos entre tareas puede tener un impacto real en tu bienestar físico. El objetivo es romper la inactividad y mantener el cuerpo activo, aunque no necesites ponerte ropa deportiva para ello.
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Si tu tiempo para ejercitarte es escaso, lo ideal es recurrir a rutinas exprés que activen tu cuerpo sin requerir equipamiento. Puedes probar con 5 minutos de movilidad articular al despertar para desentumecer los músculos.
Dedicar 20 minutos a ejercicios básicos como las sentadillas, planchas, zancadas o saltos suaves, ejercicios que puedes hacer en casa sin necesidad de materiales extras. También puedes caminar a paso rápido en tus recorridos diarios y realizar estiramientos suaves para relajar el cuerpo antes de dormir y mejorar así el descanso.
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Estas rutinas no sustituyen al entrenamiento intenso, pero sí que ayudan a mantener el cuerpo activo y la mente despejada cuando no tienes tiempo para entrenar de manera más constante y regular.
La alimentación también juega un papel fundamental. Para sentirte ágil, ligera y con un buen tono muscular la clave está en ingerir proteínas de calidad como las presentes en huevos, yogur natural, legumbres y pescado azul.
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Los antioxidantes y la fibra también son fundamentales, podemos encontrarlos de manera natural en frutas y verduras al igual que las grasas saludables, presentes en aguacates, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. Además, mantener una buena hidratación es primordial para el buen funcionamiento del sistema linfático y digestivo.
Más allá del aspecto físico, mover el cuerpo de forma regular mejora el ánimo, reduce el estrés y refuerza el sistema inmune. También ayuda a regular el sueño, controlar el apetito y mantener estables los niveles de glucosa y la presión arterial. Y es que para estar en forma no hace falta cumplir con una rutina ambiciosa, lo que realmente importa es integrar el movimiento en la vida real y que este esté adaptado a tu ritmo y tus circunstancias personales.
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La falta de tiempo no tiene por qué convertirse en una excusa para llevar una vida sedentaria. Según los especialistas en bienestar, mantenerse activa sin hacer ejercicio es posible si incorporamos pequeños hábitos diarios que suman más de lo que pensamos. No se trata de llevar a cabo rutinas exigentes o con horarios imposibles, basta con realizar actividades que rompan con el sedentarismo.