David Callejo, médico anestesista: “Aguantarse las ganas de hacer pis tiene dos riesgos importantes, puede favorecer las infecciones”
Aguantar ocasionalmente las ganas de orinar no supone un peligro grave, pero convertirlo en un hábito puede acarrear consecuencias importantes
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F50d%2F44c%2Fd22%2F50d44cd22df4cbfc587a60c1cb62731d.jpg)
- Los 3 tips para vivir más años de David Callejo, médico y anestesista: "Esta es la pastilla de tu salud a largo plazo"
- David Callejo, médico anestesista: "El sonido o la música pueden cambiar el sabor de los alimentos"
Levantarse para ir al baño en medio de una clase es una escena habitual en cualquier aula. A veces, los docentes sospechan que los alumnos solo buscan un respiro, una excusa para salir, más que una necesidad real. Sin embargo, desde el punto de vista médico, aguantar la orina no es tan inocuo como parece. Así lo advierte el doctor David Callejo, anestesista, divulgador y profesor, que alerta en sus redes sociales de los riesgos que conlleva retrasar sistemáticamente el momento de orinar.
Con más de 440.000 seguidores en Instagram, Callejo se ha convertido en una referencia en salud accesible, y en una de sus publicaciones más comentadas explica por qué aguantar las ganas de hacer pis puede suponer un problema real para la salud. “No pasa nada por aguantar de forma puntual, pero si lo haces siempre, tu vejiga se acostumbra a tener más capacidad y eso tiene dos riesgos claros”, apunta el especialista.
El primero, y quizás más común, es que la orina retenida se convierte en el entorno perfecto para la proliferación de bacterias, lo que puede desencadenar infecciones urinarias. Este tipo de infecciones, especialmente frecuentes en mujeres, pueden acarrear molestias intensas, fiebre o incluso afectar al riñón si no se tratan a tiempo. “La orina retenida es el balneario ideal para las bacterias”, resume Callejo gráficamente.
El segundo riesgo está relacionado con la estructura muscular de la vejiga. Según el médico, la vejiga funciona como un globo: si se infla en exceso de forma continuada, puede acabar perdiendo eficacia para vaciarse correctamente, lo que a largo plazo puede derivar en complicaciones urológicas.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F802%2F6ef%2F25f%2F8026ef25f87ef7a89083ac37570910a3.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F802%2F6ef%2F25f%2F8026ef25f87ef7a89083ac37570910a3.jpg)
Además de estos riesgos físicos, aguantar las ganas de orinar tiene consecuencias directas en el rendimiento mental. Callejo cita un estudio que demuestra que la necesidad urgente de ir al baño empeora significativamente la memoria y la concentración, ya que el cuerpo prioriza la necesidad fisiológica sobre cualquier otra tarea cognitiva. “Literalmente no podemos pensar si nuestra vejiga está a punto de explotar”, advierte. Un dato que, lejos de ser anecdótico, debería invitar a replantear la rigidez de algunas normas en contextos educativos o laborales.
¿Y cuántas veces es normal ir al baño al día? Según Callejo, lo habitual es orinar cada tres o cuatro horas, aunque el número puede variar según el nivel de hidratación, el tipo de alimentos consumidos o el estado de salud. No obstante, ir al baño cada hora puede ser un signo de vejiga hiperactiva, un trastorno que también requiere atención médica.
- Los 3 tips para vivir más años de David Callejo, médico y anestesista: "Esta es la pastilla de tu salud a largo plazo"
- David Callejo, médico anestesista: "El sonido o la música pueden cambiar el sabor de los alimentos"
Levantarse para ir al baño en medio de una clase es una escena habitual en cualquier aula. A veces, los docentes sospechan que los alumnos solo buscan un respiro, una excusa para salir, más que una necesidad real. Sin embargo, desde el punto de vista médico, aguantar la orina no es tan inocuo como parece. Así lo advierte el doctor David Callejo, anestesista, divulgador y profesor, que alerta en sus redes sociales de los riesgos que conlleva retrasar sistemáticamente el momento de orinar.