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No todos lo hacemos bien: lavar los frutos secos antes de consumirlos es primordial
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No todos lo hacemos bien: lavar los frutos secos antes de consumirlos es primordial

Consumirlos directamente del envase es lo más habitual, pero hay razones para enjuagarlos o dejarlos en remojo antes de comerlos.

Foto: Proteínas en los frutos secos. (iStock)
Proteínas en los frutos secos. (iStock)

Muchos los consideran un alimento saludable y los incluyen en su dieta diaria sin pensarlo dos veces. Sin embargo, lavar los frutos secos antes de consumirlos podría marcar una diferencia importante en cómo los digiere el cuerpo. Así lo advierte una divulgadora en un vídeo que ha generado interés en redes sociales: “Seguramente no lo hayas hecho nunca, pero desde hoy comiences a hacerlo, y sí, es lavar los frutos secos”.

Aunque su aspecto sea limpio, estos alimentos “pueden tener pesticidas, polvo de almacenamiento o manipulación”, recuerda. Y no solo eso. Contienen compuestos naturales como fitatos y oxalatos que, según explica, “dificultan la absorción de minerales como el hierro, el calcio o el magnesio”. Esto puede traducirse en digestiones más pesadas o en una menor eficacia nutricional, especialmente en dietas donde estos minerales son clave.

La recomendación va más allá del simple enjuague. “Al lavarlos, o mejor aún, al dejarlos en remojo, ayudan a rociar estos compuestos”, añade. Este sencillo paso no solo limpia impurezas, sino que también activa enzimas que favorecen la digestión y mejora la disponibilidad de nutrientes.

Y después del remojo, ¿qué hacer con ellos? “Si luego los tuestas, quedan absolutamente brutales”, asegura. Esta opción permite conservar sabor y textura sin renunciar a los beneficios del proceso previo. Además, podría explicar por qué algunas personas sienten malestar tras consumir frutos secos aparentemente saludables: “¿Alguna vez te has preguntado, pero por qué me sientan mal los frutos secos si son súper sanos? Pues puede que esta sea una de las razones”, concluye.

placeholder Los frutos secos son imprescindibles en esta etapa. (Pexels)
Los frutos secos son imprescindibles en esta etapa. (Pexels)
  1. Eliminar residuos y polvo: Aunque parezcan limpios, pueden contener restos de pesticidas, polvo del almacenamiento o manipulación.
  2. Reducir antinutrientes: Fitatos y oxalatos dificultan la absorción de minerales como el hierro, el calcio o el magnesio. El lavado y, especialmente, el remojo ayuda a reducir estos compuestos.
  3. Activar enzimas: Al remojarlos, como si se "despertara" la semilla, se inician procesos enzimáticos que los hacen más fáciles de digerir.
  4. Mejor digestión: Personas que sienten que los frutos secos “les caen pesados” pueden notar una mejora significativa tras aplicar este método.

¿Cómo lavar los frutos secos?

  • Paso 1: Enjuaga los frutos secos con agua fría.
  • Paso 2 (opcional pero recomendado): Déjalos en remojo con agua filtrada entre 6 y 12 horas (dependiendo del tipo).
  • Paso 3: Escúrrelos bien. Si no los vas a consumir en el momento, sécalos al horno a baja temperatura (150 °C durante 15-20 minutos) o utiliza un deshidratador.

Muchos los consideran un alimento saludable y los incluyen en su dieta diaria sin pensarlo dos veces. Sin embargo, lavar los frutos secos antes de consumirlos podría marcar una diferencia importante en cómo los digiere el cuerpo. Así lo advierte una divulgadora en un vídeo que ha generado interés en redes sociales: “Seguramente no lo hayas hecho nunca, pero desde hoy comiences a hacerlo, y sí, es lavar los frutos secos”.

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