Mel Robbins, experta en crecimiento personal: "Estas son las 8 cosas que deberías decirte cada mañana"

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A la hora de empezar el día, hacerlo con la mentalidad adecuada puede marcar la diferencia entre afrontar el mundo con confianza o dejarse arrastrar por la inercia del estrés, las exigencias y el ruido mental. En este sentido, Mel Robbins, una de las voces más influyentes en el ámbito del desarrollo personal, ha compartido una fórmula sencilla pero poderosa: ocho frases que, según ella, deberíamos repetirnos cada mañana.

Lejos de fórmulas vacías o afirmaciones inalcanzables, Robbins, en su perfil de Instagram propone un enfoque realista, directo y emocionalmente inteligente. Su selección de frases funciona como un refuerzo diario para conectar con uno mismo, reducir la autocrítica y fomentar una actitud de apertura y resiliencia.

La primera frase es casi un recordatorio esencial: “Necesito reconocerme más por todo el esfuerzo que estoy haciendo”. En tiempos donde todo se mide por resultados y productividad, detenerse a valorar el esfuerzo propio es un gesto de autoempatía que a menudo se olvida.

A esto le sigue una idea fundamental para cultivar la constancia: “Si sigo apareciendo, la vida me recompensará”. Es un mensaje claro sobre el valor de la perseverancia, incluso en días donde no hay resultados inmediatos.

Otras frases abren paso al optimismo, como “Está comenzando un nuevo y emocionante capítulo en mi vida” o “Hoy va a suceder algo genial para mí”. Robbins no habla de milagros, sino de predispocisión: mirar el día como una oportunidad.

También hay espacio para aceptar la imperfección con frases como “Tengo derecho a estar en proceso”, y para empoderarse ante lo incierto: “Pase lo que pase hoy, puedo afrontarlo”.

Las dos últimas afirmaciones completan el conjunto con una dosis final de energía positiva: "Voy a hacer que hoy sea un gran día" y "Tengo algo importante que aportar al mundo". Ambas invitan no solo a empezar la jornada con actitud, sino también a recordar que cada persona tiene valor y puede influir de forma positiva en su entorno.

En conjunto, estas ocho frases funcionan como un ancla emocional diaria. No prometen cambiar la vida de la noche a la mañana, pero sí recuerdan algo crucial: las palabras que nos decimos cada mañana pueden ser el primer paso para empezar a tratarnos con más respeto, motivación y propósito.