Los cinco trucos de ahorro sin perder calidad de vida, según un experto financiero

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Ahorrar no tiene por qué implicar grandes sacrificios ni cambios drásticos en nuestras vidas. De hecho, a veces, son los pequeños gestos cotidianos los que marcan la diferencia en el bolsillo familiar. Así lo asegura Luis Pita, coach financiero especializado en economía, quien ha compartido desde Youtube algunos consejos simples y efectivos para reducir gastos, apostando por pequeños hábitos que pueden marcar la diferencia en nuestra cuenta bancaria.

Es decir, Pita lo tiene bastante claro: el ahorro no debe ser lo que queda al final del mes, sino una prioridad. “La clave está en automatizarlo. En cuanto recibas tu ingreso mensual, aparta una cantidad fija a una cuenta separada. Si esperas hasta el final, probablemente ya no te quede nada que guardar”, ha explicado de forma muy clara, en esta publicación, sobre la forma de conseguir apartar dinero.

Otro consejo básico, pero a menudo ignorado, es construir un buen colchón de emergencias. "Un imprevisto sin fondo de reserva puede desestabilizarte por completo". Cabe mencionar que, ante esto, destaca que lo ideal es tener al menos el equivalente a tres sueldos netos en una cuenta destinada solo a emergencias, según palabras de este experto.

Pero no todo depende de grandes cantidades: el día a día es una mina de oportunidades. Es por ello que Pita invita a replantearse hábitos cotidianos que, sin parecerlo, afectan directamente al bolsillo. Por ejemplo, usar tarjeta de débito en lugar de crédito, dejar el coche aparcado más a menudo, evitar hacer la compra con hambre o cambiar los refrescos por agua, son ejemplos de lo que él llama microdecisiones financieras con impacto real.

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Además, la tecnología también juega a nuestro favor. Aunque al principio pueda parecer una inversión elevada, optar por luces LED, termostatos inteligentes, paneles solares o un buen aislamiento térmico en casa puede suponer un alivio para la factura energética a medio plazo. Y, por último, un gesto que muchos postergan, pero que debería ser anual: revisar en detalle las facturas y suscripciones. “Todos tenemos pagos recurrentes que ni recordamos. Es importante parar, revisar y eliminar lo que ya no usamos”, concluye Pita.