Es noticia
Menú
Mario Alonso Puig, cirujano: "La comunicación no es solo hablar, también es saber escuchar"
  1. Vida saludable
Escucha consciente

Mario Alonso Puig, cirujano: "La comunicación no es solo hablar, también es saber escuchar"

Comprender, más que convencer. En el arte de comunicar, escuchar bien puede ser mucho más poderoso que tener la palabra justa

Foto: Mario Alonso Puig en una de sus conferencias. (Cortesía/Mario Alonso Puig)
Mario Alonso Puig en una de sus conferencias. (Cortesía/Mario Alonso Puig)

Hay ideas que parecen simples, pero encierran una profundidad que solemos pasar por alto. Una de ellas es esta: “La comunicación no es solo hablar, también es saber escuchar”, como recuerda el doctor Mario Alonso Puig. Y aunque parezca evidente, pocas veces la llevamos a la práctica con verdadera intención.

Escuchar va mucho más allá de guardar silencio. Requiere paciencia, atención y la voluntad real de entender al otro. Implica dejar de lado las respuestas automáticas, mirar con más apertura y conectar con lo que el otro realmente necesita expresar. En tiempos donde todos quieren decir algo y pocos están dispuestos a escuchar, este gesto se vuelve profundamente transformador.

placeholder Es importante saber escuchar y también hablar. (Freepik)
Es importante saber escuchar y también hablar. (Freepik)

“La forma en que nos comunicamos impacta directamente en cómo nos sentimos y actuamos”, señala el experto en su publicación de Instagram. Cada palabra que utilizamos, cada tono que elegimos, puede marcar la diferencia entre un acercamiento y una herida, entre una conversación constructiva o un desencuentro. La comunicación no solo transmite información: también configura relaciones, estados de ánimo y decisiones.

Según Puig, “las palabras no solo transmiten información, sino que también activan nuestras emociones y afectan a nuestro bienestar”. No es un detalle menor: lo que decimos —y cómo lo decimos— tiene un efecto directo en la química de nuestro cuerpo y en la percepción que los demás construyen de nosotros. Por eso, elegir las palabras con cuidado es un acto de responsabilidad y también de generosidad.

Pero no se trata únicamente de precisión verbal. También importa desde dónde hablamos. “Hablar desde el corazón crea una conexión más profunda y favorece la reflexión y el cambio”, apunta el cirujano. Es esa autenticidad la que genera confianza. No hace falta un gran discurso: basta con la honestidad y la coherencia entre lo que se dice y lo que se siente.

En muchos casos, lo que más valoramos de una conversación no es lo brillante del argumento, sino lo genuino del momento. Escuchar con atención, hablar con claridad y dejar espacio a los silencios puede ser mucho más potente que cualquier oratoria entrenada. Comunicar bien no es impresionar, es conectar.

placeholder Una buena comunicación nos ayuda a conectar con los demás. (Freepik)
Una buena comunicación nos ayuda a conectar con los demás. (Freepik)

Y en un entorno en el que todo se acelera —mensajes instantáneos, respuestas rápidas, interrupciones constantes— detenerse a escuchar se convierte casi en un acto revolucionario. No es casualidad que las personas que mejor comunican suelan ser también las que más inspiran confianza, respeto y calma.

Quizá por eso, más que hablar sin parar, deberíamos aprender a escuchar sin prisas. No para responder rápido, sino para comprender mejor. Porque cuando dejamos de imponer y empezamos a escuchar, la comunicación deja de ser un trámite y se convierte en un verdadero puente entre personas.

Hay ideas que parecen simples, pero encierran una profundidad que solemos pasar por alto. Una de ellas es esta: “La comunicación no es solo hablar, también es saber escuchar”, como recuerda el doctor Mario Alonso Puig. Y aunque parezca evidente, pocas veces la llevamos a la práctica con verdadera intención.

Bienestar
El redactor recomienda