Con la llegada anticipada del calor veraniego y las temperaturas disparadas por encima de los 35 grados en buena parte del país, las piscinas y playas comienzan a llenarse de familias buscando un respiro. Pero junto con el sol y el agua llegan también los riesgos, especialmente para los más pequeños. Miguel Assal, técnico en Emergencias y Primeros Auxilios, advierte sobre un detalle aparentemente banal, pero que podría marcar la diferencia en una situación crítica: el color del bañador que llevan los niños.
De ellas, 57 perdieron la vida en piscinas, un entorno en el que, según Assal, “es especialmente importante que los bañadores sean fácilmente visibles para los socorristas y también para los propios padres”. La rapidez de reacción es vital, y cuanto más fácil sea detectar al niño bajo el agua, mayores son las probabilidades de evitar una tragedia.
El Ministerio de Sanidad también advierte de la gravedad del problema: el ahogamiento es la segunda causa de muerte entre menores europeos de entre 5 y 14 años, y la cuarta entre los jóvenes de 15 a 29 años. Ante estas cifras, medidas como elegir un bañador de color llamativo parecen simples, pero pueden resultar determinantes. Acompañadas de una vigilancia constante, barreras de protección en piscinas y educación en primeros auxilios, pueden contribuir a reducir de forma significativa el riesgo.
Con la llegada anticipada del calor veraniego y las temperaturas disparadas por encima de los 35 grados en buena parte del país, las piscinas y playas comienzan a llenarse de familias buscando un respiro. Pero junto con el sol y el agua llegan también los riesgos, especialmente para los más pequeños. Miguel Assal, técnico en Emergencias y Primeros Auxilios, advierte sobre un detalle aparentemente banal, pero que podría marcar la diferencia en una situación crítica: el color del bañador que llevan los niños.