Inma Puig es psicóloga clínica, escritora y ponente. En una reciente charla para el canal de BBVA "Aprendemos juntos", la experta ha compartido su opinión acerca de cómo mostramos nuestras emociones a los demás. Un comportamiento que muchas personas no llevan a cabo al considerarlo un síntoma de debilidad pero que para la psicóloga se trata de un gesto de fortaleza.
"Esta resistencia a compartir emociones y sentimientos viene dada porque todavía está asociada a la debilidad y a la vulnerabilidad" sostiene Inma Puig al comienzo de su charla. "La idea de que si muestras tus sentimientos estás enseñando unas cartas por donde luego te pueden hacer daño", explica la psicóloga.
La psicóloga, Inma Puig, en una foto de archivo. (EFE)
"Compartir las emociones y los sentimientos no es un indicador ni de vulnerabilidad ni de debilidad, al contrario, esto es un indicador de sensibilidad, afirma Inma Puig. Y es que para la experta solo la persona sensible es la persona en la que debemos confiar: "No hay que fiarse del insensible, de las personas que son frías y duras que van a sacar provecho a costa de la salud emocional de estas personas".
Y es que, tal y como sostiene la experta en psicología clínica, mostrar nuestras emociones y sentimientos a las personas que nos rodean no es para nada un síntoma de debilidad, sino que es un síntoma de fortaleza que nos hace ser personas en las que se puede confiar.
Y es que nuestras emociones son las brújula de nuestra existencia para Inma Puig, una manera de ser y estar en el mundo que nos otorga una gran capacidad de fortaleza y valentía para relacionarnos con los demás. Por lo tanto, mostrar nuestras emociones no es un síntoma de debilidad ni algo que debamos intentar frenar, como opinan, todavía, algunas personas.
Inma Puig es psicóloga clínica, escritora y ponente. En una reciente charla para el canal de BBVA "Aprendemos juntos", la experta ha compartido su opinión acerca de cómo mostramos nuestras emociones a los demás. Un comportamiento que muchas personas no llevan a cabo al considerarlo un síntoma de debilidad pero que para la psicóloga se trata de un gesto de fortaleza.