Jorge Ángel, enfermero: "Hacer ejercicio te va a ayudar a conciliar el sueño. Eso sí, evita hacerlo justo antes de irte a dormir"

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Conciliar el sueño puede convertirse en un reto, especialmente durante el verano. El calor, los horarios alterados y el uso excesivo de pantallas son algunos de los factores que pueden dificultar el descanso nocturno. Y aunque muchas personas recurren a suplementos o rutinas estrictas, hay pequeños hábitos que, según los profesionales sanitarios, pueden marcar una gran diferencia.

Jorge Ángel, enfermero y divulgador de contenidos de salud, compartió recientemente en un vídeo publicado en sus redes sociales varios consejos prácticos para mejorar la calidad del sueño. Uno de los más efectivos, asegura, es incorporar actividad física a lo largo del día. "Hacer ejercicio te va a ayudar a conciliar el sueño. Eso sí, no lo hagas justo antes de irte a dormir, porque entonces tu cuerpo está mucho más estimulado", advierte.

Además del ejercicio, destaca la importancia de establecer rutinas relajantes antes de acostarse. "Una duchita también va muy bien porque el cuerpo se relaja", recomienda. El objetivo, dice, es preparar al organismo para el descanso, reduciendo progresivamente los estímulos que lo activan.

Otro punto clave es la alimentación. Jorge Ángel desaconseja las cenas copiosas. "Si has cenado mucho, estás haciendo la digestión y pues vas a dormir bastante, bastante peor", explica. Optar por comidas ligeras en la noche puede facilitar un sueño más profundo y continuo.

Y, por último, hace énfasis en un hábito cada vez más extendido: el uso de pantallas en la cama. "Evita el uso de pantallas al menos una hora antes de irte a dormir. Y nada de estar con el móvil en la cama. ¿Por qué? Porque al final tu cerebro está muy, muy, muy estimulado y entonces cuesta más conciliar el sueño", concluye.

Aunque parezcan simples, estos gestos cotidianos pueden tener un impacto significativo en la calidad del descanso. En cualquier caso, si los problemas para dormir se repiten o interfieren con la vida diaria, lo más recomendable es consultar con un especialista en salud del sueño para una evaluación adecuada.