'3-30-300' : esta es la regla que propone un psiquiatra para tener mayor bienestar en tu casa

Lo que ves desde tu ventana puede influir más en tu bienestar de lo que imaginas. Según el psiquiatra José Luis Marín, “si tu casa no cumple la regla del 3-30-300, tienes riesgo de sufrir malestar”, una afirmación que respalda con estudios recientes. Su propuesta es concreta y fácil de recordar: ver tres árboles desde casa, vivir en un barrio con un 30 % de zonas verdes y estar a menos de 300 metros de un gran parque.

“La población que tiene acceso a esta regla es una población que tiene muchísimo menos 'sufrimiento psíquico'”, explicó el especialista en el pódcast Lo que tú digas. Y advierte que, en España, “solo el 40% de la población” cumple esas condiciones. La mayoría, por tanto, no vive en entornos que cumplan con este estándar urbano de bienestar.

Marín sostiene que “no cumplir estas condiciones multiplica hasta por siete el riesgo de presentar sufrimiento psíquico”. Y aunque pueda parecer una recomendación informal o de sentido común, insiste en que “está estudiado científicamente”, aunque muchos de estos estudios “no llegan a las universidades” y “se publican en las mismas revistas de impacto, con la misma metodología científica que se publican las otras cosas que nos inducen a recetar medicamentos”.

La llamada “regla del 3-30-300” parte de una idea clara. El entorno en el que vivimos influye directamente en nuestra salud mental. La naturaleza, el contacto visual con árboles, el acceso a parques cercanos… todo cuenta. Y, según el psiquiatra, esas condiciones se han vinculado a menos angustia, mejor funcionamiento emocional y menos síntomas físicos derivados del malestar psíquico.

El enfoque que defiende Marín no separa los síntomas mentales de lo físico o lo social. Al contrario: “el malestar psicológico afecta todas las áreas del funcionamiento humano, y dividir estos síntomas en categorías separadas es un enfoque artificial que no refleja la complejidad del ser humano ni su contexto”.

Este planteamiento coincide con lo que ya han señalado instituciones como la Organización Mundial de la Salud, que en su informe Green and Blue Spaces and Mental Health subraya la importancia de los entornos naturales para el equilibrio emocional, la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. Vivir cerca de zonas verdes favorece también la actividad física y la interacción social, dos factores igualmente clave en el bienestar mental.