El ritual de San Juan que es mano de santo para atraer dinero y buena suerte: así puedes convertirte en un imán de prosperidad

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La especial noche de San Juan, celebrada cada 23 de junio, es mucho más que hogueras y deseos al cielo. Esta fecha, cargada de simbolismo y tradición, coincide con el solsticio de verano, un momento en el que muchas culturas han visto una oportunidad única para atraer energías renovadas, abundancia y buena fortuna. Entre las múltiples prácticas que se realizan esa noche, destaca un ritual sencillo y poderoso enfocado exclusivamente en atraer prosperidad económica.

Este ritual, en particular, que no requiere más que seis elementos fáciles de conseguir, ha ganado popularidad por su simplicidad y su conexión con las energías transformadoras del solsticio. Ya sea en casa o a la orilla del mar, lo importante es crear un espacio tranquilo, libre de distracciones, donde puedas concentrarte y conectar con tu intención.

Para llevarlo a cabo necesitas lo siguiente. En primer lugar, una vela verde, una moneda o billete, una hoja de laurel, un papel pequeño, un bolígrafo, un encendedor o mechero y un recipiente resistente al fuego. De hecho, cada uno de estos elementos tiene un simbolismo particular: el verde representa el crecimiento económico, el dinero actúa como imán de más riqueza, el laurel simboliza el éxito y el papel será el canal para plasmar tu deseo concreto.

El procedimiento consta de siete pasos clave, entre ellos encender la vela mientras se repite una afirmación de abundancia, escribir con claridad un deseo relacionado con el dinero, y visualizar con detalle la llegada de esa prosperidad. Posteriormente, se quema el papel junto con la hoja de laurel mientras se refuerza verbalmente la intención del ritual. El billete o moneda, que no se quema, se guarda como un amuleto para todo el año.

Además, aunque hacerlo cerca del mar o bajo la luna puede potenciar sus efectos, es perfectamente válido adaptarlo a un entorno íntimo en casa. Sin embargo, como detalle importante, los expertos aconsejan no apagar la vela soplándola, sino dejar que se consuma o usar una cuchara para preservarla como símbolo de continuidad de la buena suerte. Y sobre todo, mantener tu deseo en secreto: la magia, dicen, también se alimenta del misterio.