Alberto Figueroa, arquitecto: "En España, es un miedo común pensar que con cocinas abiertas al salón, la casa huele a fritanga"

• Nacho García de Vinuesa: “Cuando empecé en el interiorismo, mis padres me decían que eso de decorar era cosa de niñas”
• Eduardo Saz, arquitecto: "6 consejos para ahorrar en la reforma de tu casa"

En un país donde aún predomina el gusto por separar los espacios domésticos, las cocinas abiertas al salón siguen generando controversia. Aunque cada vez más personas apuestan por este modelo de distribución que conecta cocina, comedor y sala en un único ambiente, muchos siguen planteando una duda recurrente: ¿qué pasa con los olores al cocinar?

Alberto Figueroa, arquitecto y divulgador, responde con claridad: “Esto en España es un miedo muy extendido, pero con un buen sistema de extracción no vais a tener ningún problema, ni con la cocina abierta ni con la cocina cerrada”. Desde su estudio y a través de sus redes sociales, Figueroa se ha dedicado a desmitificar ciertos prejuicios arquitectónicos que, como este, frenan a muchas familias a la hora de renovar sus hogares.

Según explica, la clave no está en mantener una cocina cerrada, sino en apostar por un sistema de ventilación eficaz. “El problema no es la cocina abierta, es el tipo de extractor que tengas”, insiste.

En uno de sus vídeos más comentados en TikTok, responde a la pregunta de una usuaria preocupada por los olores a comida en el salón tras abrir la cocina. La respuesta no deja lugar a dudas: es posible mantener un ambiente limpio y libre de humo si se cuenta con una buena campana extractora o sistema de recirculación de calidad.

Más allá de su funcionalidad técnica, las cocinas abiertas al salón siguen ganando terreno por sus ventajas estéticas y de convivencia: generan espacios más amplios, permiten una mayor entrada de luz natural y fomentan una vida familiar y social más conectada. Para Figueroa, estos beneficios justifican plenamente su auge en los últimos años. Eso sí, recuerda que la inversión en una buena ventilación es innegociable.

El arquitecto también señala que los temores sobre los olores son, en realidad, extrapolables a cualquier tipo de cocina. “Si una cocina cerrada tiene un mal sistema de extracción, los olores también se quedarán impregnados”, explica. La diferencia no está en las paredes, sino en la tecnología que se emplea para mantener el aire limpio.