Ni refrescos ni helados: estos son los cuatro alimentos que debes tomar en verano para sobrellevar el calor, según los expertos

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Cuando las temperaturas se disparan, nuestro cuerpo necesita más que nunca hidratación, frescura y nutrientes que ayuden a combatir el calor. Aunque es tentador recurrir a bebidas azucaradas o helados industriales, lo cierto es que hay opciones mucho más saludables —y sabrosas— que pueden marcar la diferencia en cómo nos sentimos durante los meses más calurosos del año. Los expertos en nutrición coinciden en que lo ideal en verano es apostar por alimentos ligeros, ricos en agua y con un buen aporte de vitaminas y minerales. ¿Y cuáles son esos imprescindibles? Aquí van cuatro que no deberían faltar en nuestra mesa.

La sandía, la reina del verano. Con casi un 95 % de agua, esta alimentación no solo hidrata, sino que también aporta antioxidantes como el licopeno, que protege la piel del daño solar. Es una fruta muy ligera, refrescante y perfecta para tomar entre horas o como postre. Además, su alto contenido en potasio ayuda a reponer minerales que se pierden con el sudor. Asimismo, el pepino es uno de los vegetales más hidratantes, ideal para ensaladas o para tomar con hummus como snack saludable. Su aporte de fibra favorece la digestión y su bajo contenido calórico lo convierte en un aliado para quienes buscan cuidarse sin pasar hambre. También contiene vitamina C, clave para mantener el sistema inmunológico en forma.

Por otro, un alimento muy tradicional de nuestra cocina española y que se convierte en la opción perfecta para los días calurosos, es el gazpacho. Elaborado con tomate, pimiento, pepino, ajo y aceite de oliva, este plato frío aporta vitaminas, antioxidantes y grasas saludables. Tomarlo a media mañana o como entrante ayuda a mantener la hidratación y mejora la digestión. Por último, el pescado azul como las sardinas, caballa o atún son ricos en en ácidos grasos omega-3, fundamentales para cuidar el corazón y reducir la inflamación. A la plancha o al horno, son una alternativa muy recomendable frente a las carnes rojas, que resultan más pesadas y difíciles de digerir con el calor.

El verano es una época para disfrutar, pero también para cuidar lo que comemos. Elegir bien los alimentos puede ayudarnos a sentirnos más ligeros, con más energía y, sobre todo, a mantenernos frescos desde dentro.