Amar sin ser correspondido es una de las experiencias emocionales más intensas y dolorosas que puede vivir una persona. Es un relato común en la cultura popular y en la ficción, con personajes inolvidables como Gatsby, Snape o Julianne, cuyas historias nos han enseñado lo devastador que puede ser entregarse por completo a alguien que no siente lo mismo. Pero más allá del drama romántico y del relato melancólico, la psicología tiene una visión mucho más cruda y transformadora de este fenómeno.
Walter Riso, psicólogo clínico y autor de referencia en temas de relaciones afectivas, ha sido claro al abordar esta cuestión. En un reciente mensaje publicado en sus redes sociales, lanza una reflexión tan incómoda como necesaria: “Cuando uno va detrás de alguien que ama esperando que le tire migajas, no está enamorado, está esclavizado.” Con estas palabras, pone sobre la mesa una realidad emocional que muchas personas viven en silencio, convencidas de que su sufrimiento es una prueba de amor, cuando en realidad puede ser un signo de dependencia afectiva.
Desde su experiencia, Riso destaca cómo muchas personas invierten tiempo, energía y autoestima en relaciones unilaterales, donde el afecto no fluye, donde la mirada, el abrazo o el “te quiero” nunca llegan. Se aferran a una ilusión, esperando que algún día la otra persona los valore o cambie, mientras su dignidad se va erosionando poco a poco. Para él, esa espera no es romántica, sino destructiva. Es una forma de autoabandono que mina la salud emocional y perpetúa una herida abierta.
Ante esta situación, el psicólogo plantea una decisión difícil pero liberadora: elegir dejar de esperar. No por falta de amor, sino por respeto a uno mismo. Riso lo plantea como una “revolución del corazón”: un acto de rebeldía contra la costumbre de conformarse con lo mínimo.
El experto reflexiona sobre el amor no correspondido. (Pexels/ alleksana)
“No estés detrás de quien te ignora, de quien no te quiere como te gustaría que te quisiera”, aconseja. En lugar de eso, invita a preferir la soledad digna antes que el apego doloroso. Esta revolución emocional no implica resignarse a no ser amado, sino dejar de mendigar afecto y empezar a reconocerse como una persona valiosa, digna de amor recíproco y sano.
Para Riso, solo así se puede recuperar la libertad emocional y construir vínculos más auténticos. “¿Te aman o no te aman? Aquí no hay punto medio”, afirma, dejando claro que en el amor, como en la vida, la claridad duele menos que la ilusión prolongada.
Amar sin ser correspondido es una de las experiencias emocionales más intensas y dolorosas que puede vivir una persona. Es un relato común en la cultura popular y en la ficción, con personajes inolvidables como Gatsby, Snape o Julianne, cuyas historias nos han enseñado lo devastador que puede ser entregarse por completo a alguien que no siente lo mismo. Pero más allá del drama romántico y del relato melancólico, la psicología tiene una visión mucho más cruda y transformadora de este fenómeno.