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Jorge Ángel, enfermero: "¿Beber agua fría de golpe? Mejor témplala un poquito, sobre todo si vienes de pasar mucho calor"
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Jorge Ángel, enfermero: "¿Beber agua fría de golpe? Mejor témplala un poquito, sobre todo si vienes de pasar mucho calor"

Beber agua muy fría después de pasar calor puede poner en riesgo tu salud. Con un pequeño gesto es posible evitar calambres, problemas digestivos y otras complicaciones

Foto: Jorge Ángel explica los problemas de beber agua fría en verano. (@enfermerojorgeangel)
Jorge Ángel explica los problemas de beber agua fría en verano. (@enfermerojorgeangel)

Beber agua cuando hace calor parece un acto sencillo, pero hacerlo de forma brusca y sin precauciones puede ser más peligroso de lo que pensamos. Hidratarse es fundamental en días de temperaturas extremas, pero también lo es hacerlo de manera segura para evitar complicaciones.

En un vídeo que ha compartido en Instagram, el enfermero Jorge Ángel explica que “beberse la botella de agua fría de golpe puede ser incluso peligroso”, sobre todo si venimos de haber estado expuestos a mucho calor o tras hacer ejercicio en pleno verano.

El profesional advierte que no es recomendable hacer ejercicio en las horas centrales del día, ya que el calor extremo aumenta el riesgo de sufrir golpes de calor o deshidratación. Aun así, muchas personas, que deciden hacer ejercicio, al llegar acaloradas, beben agua helada rápidamente, lo que puede tener consecuencias graves.

Según Jorge Ángel, ingerir agua muy fría de golpe puede provocar calambres musculares, ya que el cambio brusco de temperatura altera el funcionamiento de los músculos y provoca contracciones dolorosas. Además, puede ocasionar problemas digestivos como diarrea o incluso estreñimiento.

placeholder El experto desaconseja beber agua fría de golpe. (Pexels / Suhairy Tri Yadhi)
El experto desaconseja beber agua fría de golpe. (Pexels / Suhairy Tri Yadhi)

“En casos extremos, podría provocarte un shock térmico que puede acabar en infarto de miocardio”, advierte el enfermero, alertando sobre el grave peligro que supone un contraste térmico tan intenso para el organismo, especialmente en personas vulnerables.

Por eso, recomienda llegar, tomarse un momento y beber los primeros tragos de agua con calma. “Sobre todo los primeros tragos, tenerlos un poquito en la boca para que entonces el agua se atempere”, explica, destacando la importancia de evitar que el líquido helado impacte directamente en el estómago.

placeholder El experto desaconseja el ejercicio en las horas centrales. (Pexels / Tima Miroshnichenko)
El experto desaconseja el ejercicio en las horas centrales. (Pexels / Tima Miroshnichenko)

De esta forma, el agua se ajusta a una temperatura más cercana a la del cuerpo, reduciendo el riesgo de calambres, trastornos digestivos o complicaciones más graves. Un pequeño gesto que puede marcar la diferencia para mantenernos sanos durante los días de calor.

Para terminar, Jorge Ángel lanza un aviso sencillo pero importante: “Cuidado con el sol, cuidado, que pega muy fuerte”. Un recordatorio clave para protegernos del calor y mantenernos bien hidratados estos días.

Beber agua cuando hace calor parece un acto sencillo, pero hacerlo de forma brusca y sin precauciones puede ser más peligroso de lo que pensamos. Hidratarse es fundamental en días de temperaturas extremas, pero también lo es hacerlo de manera segura para evitar complicaciones.

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