Rodrigo Arteaga, médico: "Estos 11 hábitos pueden ayudarte a vivir joven por más tiempo, mejorar tu salud y envejecer con mejor calidad de vida"

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¿Es posible envejecer con vitalidad simplemente haciendo pequeños ajustes en el día a día? Cada vez más estudios indican que sí, y todo empieza por incorporar hábitos sencillos pero eficaces que promueven la salud a largo plazo. Dormir mejor, comer con cabeza o abrazar más a menudo pueden marcar una gran diferencia.

Rodrigo Arteaga, médico especializado en salud metabólica, compartió en su perfil de TikTok una lista de once hábitos que, según afirma, pueden ayudarte a sumar años de vida y mejorar tu bienestar. Dormir bien encabeza la lista, ya que el descanso favorece la regeneración celular, esencial para retrasar el envejecimiento.

También destaca la importancia del ejercicio regular, que activa mecanismos del cuerpo asociados con la longevidad y protege la salud del corazón. Reducir el consumo de azúcares refinados, añade, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y otros efectos negativos en el organismo.

Mantener horarios estables de sueño, cuidar la salud bucal para evitar inflamaciones sistémicas y exponerse a la luz solar por la mañana para regular el ritmo circadiano son otras recomendaciones clave. Todas ellas tienen un impacto directo en el equilibrio hormonal y en la inmunidad.

La dimensión emocional tampoco queda fuera. Socializar con frecuencia y fomentar el contacto físico afectivo, como los abrazos, tiene efectos positivos comprobados sobre la salud cardiovascular y el estado de ánimo, al promover la liberación de oxitocina.

Entre los consejos más prácticos también se encuentran meditar con regularidad, beber té verde por su contenido en antioxidantes y usar aceite de oliva en la cocina, un ingrediente básico de la dieta mediterránea con múltiples beneficios para el corazón y las células.

Pequeños gestos con un gran impacto: estos once hábitos, lejos de requerir un esfuerzo titánico, pueden integrarse de forma gradual en cualquier estilo de vida. Como siempre, para adaptar estas prácticas a nuestras circunstancias individuales es recomendable consultar con un profesional de la salud.