Por qué es importante pasar tiempo en casa, según la psicología
Un hogar cuidado, luminoso, ordenado y vinculado a nuestro bienestar psicológico se convierte en un refugio donde regenerar energías
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En un mundo que celebra la productividad acelerada y la constante exposición pública, dedicar tiempo de calidad al hogar no solo es necesario, sino también extremadamente beneficioso para nuestra salud mental. Numerosos estudios en psicología ambiental y salud mental respaldan los efectos restauradores y estabilizadores de mantenerse conectado con nuestro espacio más íntimo.
Una investigación en psicología ambiental destaca que el "hogar psicológico"—ese entorno físico que sentimos propio y seguro—influyente positivamente en nuestra satisfacción vital. Este sentimiento de pertenencia al hogar y comunidad se asocia con un mayor bienestar y gratitud hacia la vida. Otro análisis—un scoping review sobre vivienda y salud mental—concluye que las condiciones residenciales e interiores afectan significativamente el bienestar emocional y cognitivo, especialmente cuando se combinan con factores físicos como la luz, el orden y la calidad del aire.
La psicología ambiental también ha mostrado que espacios desordenados o cargados visualmente pueden generar estrés, dificultar la concentración y oscurecer nuestro estado de ánimo. Por el contrario, mantener un entorno organizado, bien iluminado y estéticamente agradable promueve la claridad mental y la calma.
Una pieza recientemente publicada en Verywell Mind refuerza esta idea: la diseñadora Anita Yokota afirma que los elementos como la luz natural, tonos suaves, plantas y espacios ordenados favorecen la estabilidad emocional y el bienestar general.
La teoría de restauración de la atención —attention restoration theory— afirma que estar en contacto, incluso indirecto, con la naturaleza ayuda a recuperar la atención y reducir el agotamiento mental. Ver escenas naturales, aunque sea a través de una ventana, permite que el cerebro descanse y se revitalice.
Además, numerosas investigaciones confirman que el contacto con espacios verdes, como parques, jardines o incluso un árbol cercano, ayuda a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y promover una mayor sensación de bienestar emocional.
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