Un tema del que se habla cada vez más, aunque pocas veces nos detenemos a comprender qué hay realmente detrás de esa sensación. La psicóloga, muy activa en redes sociales, ha querido arrojar un poco de luz sobre este asunto en un vídeo que ha compartido en Instagram. En él, plantea una idea sencilla, pero poderosa: cuando entendemos lo que sentimos, nos resulta más llevadero. Y, aplicado a la soledad, este enfoque puede cambiar radicalmente la forma en la que la vivimos.
Lejos de reducirse a un estado puramente negativo, González sostiene que la soledad también puede convertirse en una oportunidad para conectar con uno mismo y ganar perspectiva. El problema surge cuando hablamos de la llamada “soledad no deseada”, una experiencia que genera sufrimiento y que, según explica, no se limita a estar sin compañía. “Sentirse solo no es lo mismo que estar solo”, recuerda la experta. Lo que realmente nos duele es no sentirnos vistos o reconocidos.
Ese matiz, aparentemente pequeño, tiene un gran impacto en nuestra salud emocional. Cuando una persona atraviesa una etapa de soledad no deseada, su cerebro entra en lo que González describe como “modo hipervigilante social”. En la práctica, en concreto, esto significa que empezamos a interpretar el entorno de forma hostil, como si todo lo que nos rodea confirmara esa sensación de no pertenecer.
Esta reacción no es casual: forma parte de un mecanismo evolutivo profundamente humano. “Nuestro cuerpo nos grita necesito pertenecer para sobrevivir”, resume la psicóloga en esta misma conversación. El aislamiento real o percibido activa una alarma interna que nos impulsa a buscar vínculos, porque la conexión con los demás siempre ha sido clave para nuestra supervivencia.
Hablar de soledad, por tanto, implica ir más allá de la mera ausencia de compañía. Supone reflexionar sobre la calidad de nuestras relaciones, el sentido de pertenencia y la importancia de sentirnos reconocidos por quienes nos rodean. Y, como recuerda Alicia González, comprender estas dinámicas es el primer paso para vivir la soledad, cuando llega, de una manera distinta, quizá incluso más amable.
Un tema del que se habla cada vez más, aunque pocas veces nos detenemos a comprender qué hay realmente detrás de esa sensación. La psicóloga, muy activa en redes sociales, ha querido arrojar un poco de luz sobre este asunto en un vídeo que ha compartido en Instagram. En él, plantea una idea sencilla, pero poderosa: cuando entendemos lo que sentimos, nos resulta más llevadero. Y, aplicado a la soledad, este enfoque puede cambiar radicalmente la forma en la que la vivimos.