En la búsqueda de la rutina de higiene perfecta, muchos recurren a la esponja de baño o a guantes exfoliantes. Sin embargo, un farmacéutico, popular en redes sociales por sus consejos, ha encendido la alarma sobre un error común que podría estar llenando nuestra piel de bacterias sin que lo sepamos. Su consejo: es hora de decir adiós a la esponja.
El farmacéutico Fernández, conocido por sus prácticas recomendaciones, ha lanzado un claro mensaje en un reciente video que se ha hecho viral: la esponja de baño, lejos de ser una aliada de la limpieza, podría ser perjudicial para la piel. "Yo ni siquiera tengo una esponja", confiesa, sorprendiendo a miles de seguidores acostumbrados a este accesorio.
Según el experto, el uso continuado de esponjas y cepillos exfoliantes puede causar microlesiones. Al frotar, estos instrumentos "producen una erosión que a tu piel le produce irritación", afectando incluso las capas superficiales. Este daño, aunque invisible, puede ser un problema para personas con pieles sensibles, llevándolas a desarrollar irritaciones y otros problemas cutáneos.
El riesgo más inquietante, sin embargo, reside en un problema de higiene mucho más profundo: la proliferación bacteriana. De acuerdo con Fernández, las esponjas y los guantes de crin, que permanecen húmedos y llenos de células muertas después de cada uso, se convierten en un caldo de cultivo ideal para microorganismos.
La esponja debemos cambiarla con regularidad. (Freepik)
"Para las bacterias, las esponjas son como un resort de vacaciones: siempre húmedas y llenas de células muertas, perfecto para alimentarse y proliferar sin parar", explica de forma gráfica.
Lo más paradójico, y el dato que más ha impactado, es que este accesorio de baño puede acumular más bacterias que el propio inodoro. Una afirmación que cuestiona por completo la creencia de que la esponja es esencial para una limpieza profunda.
En la búsqueda de la rutina de higiene perfecta, muchos recurren a la esponja de baño o a guantes exfoliantes. Sin embargo, un farmacéutico, popular en redes sociales por sus consejos, ha encendido la alarma sobre un error común que podría estar llenando nuestra piel de bacterias sin que lo sepamos. Su consejo: es hora de decir adiós a la esponja.