La cocina es un espacio esencial en cualquier hogar, allí se preparan los alimentos, se comparten momentos y, en buena medida, se cuida de la salud de toda la familia. Sin embargo, no siempre prestamos atención a los utensilios y productos que utilizamos en ella. Para Montse Meléndez, ingeniera de alimentos y divulgadora en redes sociales, introducir ciertos cambios puede marcar la diferencia en términos de higiene, seguridad y sostenibilidad.
En uno de sus últimos vídeos, Meléndez explica cuáles son los cinco elementos que ha sustituido en su cocina, y que recomienda a cualquiera que busque un entorno más seguro y práctico.
El primer cambio tiene que ver con las tablas de cortar. La ingeniera evita las de madera y plástico porque, según explica, pueden retener restos de comida y facilitar la formación de bacterias. Frente a ellas, prefiere las de vidrio o acero inoxidable, que se limpian con más facilidad y resultan más duraderas. No se trata solo de comodidad, sino también de un paso hacia una cocina más higiénica.
Desinfectante en spray para frutas y verduras
Otro de los hábitos que ha modificado es la forma de lavar los vegetales. Para Meléndez, el agua corriente no basta para eliminar residuos y microorganismos. Su recomendación es emplear un spray desinfectante específico, que actúa en apenas 30 segundos y en muchos casos ni siquiera requiere aclarado. Una medida sencilla que, además, está al alcance en supermercados habituales.
Cómo desinfectar las frutas y verduras de forma correcta. (Pexels)
Un dispensador de jabón para la esponja
La esponja de fregar es uno de los objetos más expuestos a bacterias en cualquier cocina. Meléndez advierte de que mantenerla en un recipiente con agua y jabón facilita ese crecimiento indeseado. Como alternativa, utiliza un dispensador de jabón líquido, que permite mantener la esponja seca entre usos y prolonga su vida útil. Un pequeño cambio que reduce tanto el riesgo de contaminación como el gasto en utensilios.
Bolsitas de silicona reutilizables para congelar
El cuarto cambio que destaca está vinculado al aprovechamiento de los alimentos. Meléndez reconoce que no le gusta desperdiciar comida, de modo que recurre a bolsas de silicona reutilizables para congelar lo que está a punto de caducar. Este gesto le permite alargar la vida de muchos productos y, al mismo tiempo, reducir el uso de plásticos de un solo uso. La combinación de sostenibilidad y practicidad hace que estas bolsas se conviertan en un aliado para cualquier despensa.
Los tuppers de cristal o plástico ideales para conservar y llevar la comida al trabajo
Tapas y recipientes de vidrio
Por último, la ingeniera aconseja sustituir las tapas y envases de plástico por alternativas de vidrio. Entre sus ventajas, señala que son aptos para microondas y horno, no absorben olores y mantienen mejor las propiedades de los alimentos. Además, su durabilidad y resistencia hacen que se conviertan en una inversión a largo plazo frente a los envases de plástico, que tienden a deteriorarse más rápido.
Un enfoque práctico y sostenible
Los consejos de Montse Meléndez no buscan reinventar la cocina, sino ajustar pequeños hábitos que aportan beneficios claros, reducir bacterias en superficies de uso diario, mejorar la seguridad alimentaria, aprovechar mejor los recursos y optar por materiales más duraderos y respetuosos con el medio ambiente.
Se trata, en definitiva, de cambios sencillos que cualquier persona puede aplicar poco a poco y que contribuyen a que la cocina sea más saludable, práctica y sostenible.
La cocina es un espacio esencial en cualquier hogar, allí se preparan los alimentos, se comparten momentos y, en buena medida, se cuida de la salud de toda la familia. Sin embargo, no siempre prestamos atención a los utensilios y productos que utilizamos en ella. Para Montse Meléndez, ingeniera de alimentos y divulgadora en redes sociales, introducir ciertos cambios puede marcar la diferencia en términos de higiene, seguridad y sostenibilidad.