Cómo hacer que tu casa huela bien en solo 15 minutos durante todo el día y sin gastar dinero

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Mantener un hogar con un aroma fresco y agradable no siempre requiere de grandes inversiones en ambientadores, difusores eléctricos o productos de limpieza perfumados. Según expertos en bienestar doméstico, existe un truco sencillo y económico que, con apenas 15 minutos, puede transformar el ambiente de tu casa y prolongar la sensación de frescura durante horas.

La clave está en combinar dos acciones básicas: ventilar y encender una vela aromática. La ventilación natural es el primer paso indispensable para renovar el aire interior. Abrir las ventanas durante unos minutos, incluso en invierno, permite que el aire viciado cargado de humedad y partículas se disperse y entre oxígeno fresco del exterior. Con este gesto, se eliminan olores persistentes de cocina, tabaco o humedad que se acumulan en los tejidos y rincones del hogar.

El segundo paso consiste en encender una vela —no es necesario que sea de lujo— justo después de ventilar. El calor de la llama favorece que el aroma se difunda rápidamente por el espacio, y si se coloca en una zona estratégica, como el salón o el pasillo, el olor se repartirá de forma uniforme por toda la casa.

No hace falta dejarla encendida todo el día: con 10 o 15 minutos será suficiente para que la fragancia se fije en el ambiente. Lo mejor de esta técnica es que no exige grandes gastos. Muchas veces ya contamos con velas en casa, y al utilizarlas de forma puntual, su duración se prolonga.

Además, quienes prefieran evitar fragancias artificiales pueden optar por velas neutras, que aportan calidez sin perfumes añadidos, o incluso recurrir a pequeños trucos caseros, como colocar una rodaja de limón o un poco de canela en polvo cerca de la vela para potenciar el efecto.

El resultado es inmediato: un ambiente renovado, con olor limpio y agradable, que se mantiene durante gran parte del día. De este modo, tu casa no solo se sentirá más acogedora, sino que también generará una sensación de orden y bienestar que agradecerás cada vez que entres por la puerta.