Eliminar el polvo es una de las tareas más habituales de la limpieza del hogar, pero no siempre se hace de la forma correcta. De hecho, existe un error muy común que, en lugar de dejar las superficies impecables, termina esparciendo la suciedad por toda la casa.
El error está en utilizar un paño seco para retirar el polvo. Aunque parece la opción más rápida, en realidad lo que hace es levantar las partículas y dispersarlas por la estancia. Como resultado, los muebles vuelven a ensuciarse en cuestión de horas y, además, el polvo queda suspendido en el ambiente, acumulándose en textiles y superficies cercanas.
Utilizar un plumero atrapapolvo, una de las mejores soluciones. (Pexels)
Para limpiar de manera eficaz, los profesionales recomiendan usar un paño de microfibra ligeramente humedecido. Este material atrapa las partículas en lugar de moverlas de un lado a otro, logrando que las superficies queden realmente limpias. Otra alternativa muy práctica son los plumeros atrapapolvo, diseñados para retener la suciedad sin levantarla.
Además, es fundamental seguir un orden: empezar desde las zonas más altas hacia abajo evita que el polvo caiga sobre lo ya limpiado. Del mismo modo, conviene no olvidarse de rincones poco visibles, como marcos de puertas, lámparas o estantes superiores, donde las partículas suelen acumularse con facilidad.
Debemos olvidarnos de utilizar un paño seco, ya que solo esparciremos el polvo. (Pexels)
En definitiva, limpiar el polvo correctamente no requiere más esfuerzo, solo cambiar el método. Olvidar el paño seco y optar por microfibra humedecida asegura un resultado duradero, un ambiente más saludable y una casa realmente limpia.
Eliminar el polvo es una de las tareas más habituales de la limpieza del hogar, pero no siempre se hace de la forma correcta. De hecho, existe un error muy común que, en lugar de dejar las superficies impecables, termina esparciendo la suciedad por toda la casa.