Ni café ni suplementos: estos son los hábitos que comparten las personas con energía, según los expertos
No viven corriendo ni buscan atajos. Más bien, han aprendido a escuchar su cuerpo, respetar sus ritmos y cuidar su mente como parte esencial de su bienestar
Los hábitos de las personas con más energía. (iStock)
Tener energía durante todo el día no depende solo de cuántas horas se duerme o de cuántos cafés se toman. Cada vez más investigaciones en psicología del bienestar y neurociencia coinciden en que las personas que mantienen un nivel constante de vitalidad no necesariamente recurren a estimulantes, sino que construyen rutinas sostenibles que equilibran cuerpo y mente.
De acuerdo con expertos en comportamiento y salud mental, la clave está en crear microhábitos que favorezcan la regulación natural del ritmo circadiano y la gestión emocional. Por ejemplo, empezar la mañana con exposición a la luz natural, aunque sea unos minutos en el balcón o junto a una ventana, ayuda a sincronizar el reloj biológico y mejora el estado de alerta sin necesidad de cafeína.
Tu energía puede ayudar a diseñar una rutina eficiente. (Pexels)
Otro punto común entre las personas con más energía es su alimentación consciente. No se trata de dietas restrictivas, sino de mantener niveles estables de glucosa con comidas equilibradas y ligeras. Evitan los picos de azúcar y, en cambio, priorizan alimentos frescos, ricos en fibra y proteínas que alimentan tanto el cuerpo como el cerebro. Cabe mencionar que la actividad física regular también marca la diferencia.
Los especialistas señalan que no es necesario correr maratones: bastan caminatas diarias o estiramientos cada pocas horas para activar la circulación y liberar endorfinas, neurotransmisores relacionados con la motivación y la sensación de bienestar. Además, quienes logran sostener su energía suelen practicar la desconexión consciente. Dedican momentos del día sin pantallas, sin ruido externo y con respiración profunda. Este tipo de pausas, breves pero frecuentes, actúan como un “botón de reinicio” para el sistema nervioso, reduciendo el estrés acumulado.
Por último, hay un factor que muchas veces se pasa por alto: la actitud mental. Mantener una perspectiva positiva, cultivar relaciones significativas y reconocer los pequeños logros diarios son estrategias que refuerzan la motivación interna. Según los psicólogos, esta combinación de hábitos permite que la energía no solo dependa del descanso físico, sino también del equilibrio emocional.
De este modo, y en definitiva, las personas más enérgicas no viven corriendo ni buscan atajos. Más bien, han aprendido a escuchar su cuerpo, respetar sus ritmos y cuidar su mente como parte esencial de su bienestar.
Tener energía durante todo el día no depende solo de cuántas horas se duerme o de cuántos cafés se toman. Cada vez más investigaciones en psicología del bienestar y neurociencia coinciden en que las personas que mantienen un nivel constante de vitalidad no necesariamente recurren a estimulantes, sino que construyen rutinas sostenibles que equilibran cuerpo y mente.