Qué debes hacer además de salir a caminar a partir de los 60 años para mantenerte joven mucho más tiempo
La combinación de caminatas regulares con sesiones de fuerza adaptadas a la edad y condición física puede convertirse en la fórmula más efectiva para mantenerse activo
Septiembre es, para muchos, un mes de nuevos comienzos. Y no solo para quienes retoman la rutina laboral o escolar, también para aquellas personas que, especialmente al superar los 60 años, buscan incorporar hábitos saludables que les permitan vivir con más energía y mantenerse jóvenes durante más tiempo. Entre las recomendaciones más habituales se encuentra salir a caminar a buen ritmo, una práctica sencilla, económica y con grandes beneficios para la salud.
Caminar no es lo mismo que dar un paseo. Para que la actividad resulte verdaderamente eficaz, los expertos aconsejan mantener una postura correcta: la cabeza erguida, la mirada al frente, los hombros relajados y los brazos balanceándose suavemente al compás de cada paso. Este movimiento coordinado y decidido no solo mejora la circulación, sino que también ayuda a liberar tensión y reducir el estrés, además de aportar múltiples beneficios físicos.
Beneficios de caminar a paso ligero. (iStock)
Entre ellos destacan el aumento de la flexibilidad en las piernas, el refuerzo de los huesos —clave para prevenir la osteoporosis—, la mejora de la resistencia a la fatiga y la reducción de dolores musculares o articulares propios de la artrosis. Incluso caminar de forma regular puede contribuir a prevenir la diabetes, mejorar el estreñimiento e incrementar la calidad del sueño.
Ahora bien, aunque caminar es un pilar fundamental para mantenerse activo, no es suficiente por sí solo a partir de cierta edad. Diversos estudios señalan que el entrenamiento de fuerza es clave para complementar este hábito, ya que con el paso del tiempo los músculos y los huesos tienden a debilitarse, especialmente en las mujeres tras la menopausia. Levantar pesas o realizar ejercicios de resistencia no solo tonifica, sino que también protege funciones esenciales del organismo.
Caminar es un ejercicio muy accesible. (iStock)
En este sentido, una investigación de la Universidad de Copenhague publicada en la revista American Journal of Physiology ha demostrado que el entrenamiento de fuerza contribuye a fortalecer las conexiones entre los nervios y los músculos, preservando las neuronas motoras en la médula espinal. “Hasta ahora, los investigadores no habían podido demostrar que el entrenamiento con pesas pudiera fortalecer la conexión entre las neuronas motoras y los músculos. Nuestro estudio es el primero en presentar hallazgos que sugieren que este es efectivamente el caso”, explicó Casper Søndenbroe, uno de los responsables del trabajo.
Así, la combinación de caminatas regulares con sesiones de fuerza adaptadas a la edad y condición física puede convertirse en la fórmula más efectiva para mantenerse activo, retrasar el envejecimiento muscular y disfrutar de una vida más saludable y plena después de los 60 años.
Septiembre es, para muchos, un mes de nuevos comienzos. Y no solo para quienes retoman la rutina laboral o escolar, también para aquellas personas que, especialmente al superar los 60 años, buscan incorporar hábitos saludables que les permitan vivir con más energía y mantenerse jóvenes durante más tiempo. Entre las recomendaciones más habituales se encuentra salir a caminar a buen ritmo, una práctica sencilla, económica y con grandes beneficios para la salud.