El sencillo truco para fregar el suelo que hace que dure más tiempo limpio

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Lograr que el suelo aguante limpio más días no depende de la fuerza con la que friegas, sino de la técnica. El truco más eficaz es aplicar el método de los dos cubos: uno con el jabón que utilicemos habitualmente y otro solo con agua para enjuagar la fregona. Así evitas arrastrar la suciedad por toda la casa y consigues un acabado más duradero.

Antes de mojar el suelo, lo primero que debes hacer es pasar una bayeta de microfibras o aspirar por esquinas y zócalos. El polvo fino es el responsable de las marcas al secar y del aspecto opaco a las pocas horas. Quitar esa capa previa reduce el barro invisible que se forma cuando el agua se mezcla con el polvo. A continuación, prepara el primer cubo con agua tibia y una dosis mínima de limpiador neutro. En el segundo, solo agua para ir aclarando la fregona o la mopa que utilices.

Para suelos de madera, reduce aún más la humedad: usa una bayeta de microfibras apenas húmeda y haz movimientos largos. En suelos de cerámica funciona añadir al cubo de enjuague un chorrito de alcohol de 70 grados para acelerar el secado y minimizar las huellas.

Evita los productos “multiusos” muy perfumados: las siliconas que dejan brillo inmediato actúan como imán del polvo y ensucian antes. Un limpiador pH neutro y una dosificación correcta alargan la sensación de limpieza sin residuos pegajosos.

Lo ideal es tener una fregona o mopa específica para cada zona, ya que la que utilicemos en la cocina acumulará más grasa que la que usemos para el resto de la casa. También es importante lavarlas con agua caliente después de haber terminado de limpiar y dejarlas secar al aire. Con esta rutina y el método de los dos cubos, el suelo se mantiene limpio más tiempo sin esfuerzo extra ni necesidad de usar productos agresivos.