Francisco Rodríguez, economista, advierte de que los mayores acumulan vivienda y los jóvenes sostienen las pensiones

• Cuántos años de sueldo necesitas para comprarte una casa: consulta las diferencias en las principales ciudades
• La Ley de Arrendamientos Urbanos confirma: así debes avisar para no renovar el contrato de alquiler

El acceso a la vivienda y la estabilidad del sistema de pensiones se han convertido en dos de los principales desafíos sociales de los últimos años en España. Los cambios demográficos, el aumento del precio de los inmuebles y la concentración del patrimonio en determinadas franjas de edad están dibujando un escenario que afecta de forma distinta a jóvenes y mayores.

En una entrevista concedida a 'El Mundo', el catedrático de Economía de la Universidad de Granada y director del área financiera de Funcas, Francisco Rodríguez, explica que “los mayores de 65 años tienen el 70% de la riqueza inmobiliaria y sus pensiones son sostenidas por los menores de 45-50 años”. Según el economista, este desequilibrio refleja cómo la estructura económica del país ha evolucionado con el paso de las generaciones.

Rodríguez señala que España atraviesa una crisis de vivienda de oferta, diferente a la de 2008, cuando el problema se situaba en la demanda. “Todo lo que hay que hacer —agilizar licencias, aprobar la Ley del Suelo o garantizar la seguridad jurídica— está bloqueado”, apunta. En su opinión, la lentitud en los trámites administrativos y la falta de incentivos dificultan el acceso a la vivienda, especialmente entre los jóvenes.

El experto también propone iniciativas temporales que ayuden a facilitar el alquiler o la compra en zonas con necesidad de repoblación o desarrollo, sin crear desigualdades a medio plazo.

En cuanto a las pensiones, Rodríguez destaca la importancia de la población activa y la inmigración para sostener el sistema. “Sin inmigración no hay futuro para España”, afirma, recordando que uno de cada tres inmigrantes que llega al país tiene titulación universitaria y que su aportación resulta clave para el equilibrio del modelo.

Con un tono prudente y técnico, Rodríguez subraya que la economía española necesita reformas estructurales orientadas al largo plazo, alejadas de intereses coyunturales o electorales. Su reflexión apunta a la importancia de garantizar la sostenibilidad económica y social de las próximas generaciones.