Laura Varo, experta en hogar: “‘Cuanto más jabón pongas, más limpio’, es un mito ya que las bacterias se nutren del jabón”

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Las tareas de limpieza están rodeadas de ideas que se transmiten de generación en generación y que no siempre se ajustan a la realidad. La experta en hogar Laura Varo ha recopilado cinco de los mitos más habituales para explicar por qué conviene corregirlos y cómo aplicar rutinas más seguras y eficaces en el día a día.

Uno de los más extendidos está relacionado con el uso de detergentes. Varo señala que “cuanto más jabón pongas, más limpio, es un mito”, ya que un exceso de producto no mejora la higiene. Al contrario, los restos de jabón mal enjuagados pueden favorecer la presencia de bacterias. De ahí la recomendación de aclarar correctamente cada superficie o prenda después de aplicar el producto, evitando que queden residuos.

El vinagre es otro de los recursos caseros que han ganado popularidad. Se suele pensar que sirve para limpiar cualquier superficie, aunque la realidad es distinta. Debido a su carácter ácido, puede dañar materiales como la madera o el granito, provocando manchas o deterioros con el tiempo. Por ese motivo, su uso debe limitarse a espacios y objetos donde no exista riesgo de corrosión.

En cuanto al polvo, Varo subraya que el plumero no es la herramienta más adecuada. “Lo que hace es mover el polvo de un sitio a otro, pero no recogerlo”, explica. Como alternativa, aconseja emplear una bayeta de microfibra ligeramente humedecida con un limpiador específico, que atrapa las partículas en lugar de dispersarlas. Para los restos acumulados en el suelo, recomienda pasar el aspirador como complemento.

El uso de guantes de limpieza también forma parte de las buenas prácticas, aunque no basta con ponérselos. La experta recuerda que deben lavarse tras cada uso con una mezcla de detergente y vinagre, enjuagarse bien y dejarse secar al aire. Además, es aconsejable renovarlos con cierta frecuencia para evitar que se conviertan en un foco de microorganismos.

Por último, Varo se detiene en la lejía, un producto que suele considerarse como la mejor opción para cualquier limpieza. Precisa que en realidad se trata de un desinfectante muy eficaz pero tóxico, lo que significa que elimina gérmenes pero no arrastra la suciedad. Su aplicación continuada también puede deteriorar superficies sensibles. En este sentido, recomienda utilizar productos de limpieza alternativos que resulten menos agresivos y más específicos para cada necesidad.