Si quieres ser más feliz esta es la rutina que debes hacer para empezar el día con energía

• Sigue a Vanitatis en Google para enterarte de todas las noticias
• Estos son los hábitos de vida saludable que los expertos recomiendan cumplir a partir de los 50

Comenzar el día con una rutina consciente puede marcar la diferencia. Los expertos en bienestar coinciden en que los primeros minutos de la mañana son decisivos para el estado de ánimo y el nivel de vitalidad durante todo el día. Por eso, quienes quieren sentirse más felices y mantener la motivación deberían adoptar una serie de hábitos sencillos, pero altamente efectivos, que preparan cuerpo y mente para rendir al máximo sin estrés.

El primer paso es activar el cuerpo de forma suave. Los entrenadores personales recomiendan realizar entre cinco y diez minutos de estiramientos o ejercicios de movilidad articular antes del desayuno. Este gesto sencillo estimula la circulación, mejora la postura y ayuda a eliminar la rigidez acumulada durante la noche. Movimientos básicos como girar el cuello, estirar brazos y piernas o realizar respiraciones profundas bastan para oxigenar los músculos y despejar la mente.

Para quienes disponen de algo más de tiempo, incluir una breve caminata o una rutina ligera de yoga potencia la sensación de bienestar. El ejercicio matutino activa la producción de endorfinas, responsables de esa sensación de euforia natural que se traduce en un mejor humor y una mayor motivación.

Después de las horas de sueño, el organismo necesita rehidratarse. Beber un vaso de agua templada con unas gotas de limón en ayunas favorece la digestión y ayuda al cuerpo a despertarse de manera progresiva. Los nutricionistas aconsejan evitar el exceso de cafeína y optar por un desayuno equilibrado que combine proteínas, frutas frescas y grasas saludables, como las del aguacate o los frutos secos.

La felicidad, como explican los psicólogos, también se entrena. Practicar la gratitud o la meditación por unos minutos antes de comenzar la jornada reduce la ansiedad y mejora la atención. Se trata de centrar la mente en lo positivo: pensar en tres cosas que agradeces o en un propósito sencillo para el día. Este ejercicio refuerza la estabilidad emocional y ayuda a mantener una actitud optimista incluso ante los imprevistos.

Exponerse a la luz natural durante los primeros minutos del día ayuda a regular el reloj biológico y mejora la producción de serotonina, la hormona asociada al bienestar. Abrir las ventanas, salir al balcón o dar un breve paseo al aire libre contribuye a sincronizar el cuerpo con el ritmo circadiano y favorece un descanso más reparador por la noche.

No se trata de crear una lista interminable de tareas, sino de convertir estas acciones en un ritual personal. Dedicar tiempo a moverse, hidratarse, respirar y reflexionar prepara el cuerpo y la mente para rendir mejor y disfrutar más. Con el paso de las semanas, los beneficios se multiplican: mayor energía, mejor estado de ánimo y una actitud más positiva ante la vida.