De Angelina Jolie a Jennifer Lawrence: las mejor y peor vestidas de la alfombra roja de los BAFTA
Lo han vuelto a hacer. Las reinas del mundo del espectáculo, de Jennifer Lawrence a Angelina Jolie, de Salma Hayek a Lupita Nyong'o, han decidido que los
La mujer que se adelantó a todo el mundo en Hollywood con su obsesión por el activismo social aprovecha la noche de los BAFTA para lucir otro Ralph & Russo con escote corazón, manga asimétrica y abertura a un lado para lucir pierna, de esos que tanto le gustan, accesorizado esta vez con su amiga la agitadora de conciencias camboyana Loung Ung, campeona de la lucha por los derechos humanos en su país e inspiración de su última película como directora.
Tan en su papel de reina del coraje femenino que le va a quitar el puesto a Angelina cualquier día. El vestido (de Dior, por supuesto), la postura y la actitud parecen sacados de un cuadro decimonónico.
Monísima con este vestido en verde musgo de corte imperio con lazada negra bajo el pecho.
Una delicia es este arquitectónico vestido de Elie Saab en negro con bordados de oro viejo que crean un efecto art decó maravilloso. Y no se ha olvidado del momento protesta, con su chapita de Time's Up.
Perfecta en este Givenchy Couture que juega a las asimetrías.
¡Ay, madre! ¿Qué es esto? ¿Una escultura? ¿Un disfraz? ¿Un soterrado homenaje a la carrera espacial?
Embarazadísima y delicada con este Stella McCartney con capa que es todo un espectáculo.
Este traje de chaqueta impecablemente elegido de la actriz británica sirve de ejemplo para todas aquellas que se ofenden y se quejan de que por lo único que les preguntan en las alfombras rojas es de qué firma van vestidas. ¿Queréis un perfil bajo con una elegancia infinita? Imitad a Ruth.
Elegante y atrevida con este Chanel de cuello alto y falda transparente.
En su línea de estrafalaria maravillosa. Sabemos que va hecha un cuadro, pero tenemos debilidad por Helena, lo reconocemos.
El escote le hace un efecto raro, pero el vestido es una maravilla.
Este Schiaparelli escultural es una de las opciones más originales de la velada.
Un Alberta Ferretti vaporoso que la convierte un poco en bruja malvada.
Sin abandonar el negro, al menos da un respiro con este sobrevestido bordado en oro de Zuhair Murad que se atreve a llevar con pantalones debajo.
Impecable con este vestido negro con flores bordadas de lentejuelas en la cintura y en los puños.
Espectacular con su charme francés y su estilazo británico. Y de las pocas que no ha tenido miedo de estropear su vestido de Christian Dior Couture con una chapita reivindicativa en la solapa del movimiento Time's Up.
Elegante y original con este mono negro con pantalones palazzo.
Aunque la asimetría y el volumen del vestido dan una sensación de cortinaje de salón de funerales, la verdad es que ella está guapísima.
Terriblemente aburrida con este vestido negro con flores bordadas de Jonathan Cohen.
La exayudante de Dr. Who tiene el punto justo de glamour con este vestido a dos alturas con las transparencias justas.
Monísima con su vestido negro de lentejuelas y gasa de seda.
Si parece que te has escapado de un desfile de Dolce & Gabbana de hace cinco temporadas, mal vamos.
El vestido de Chloé es de oro viejo por delante y degradado en negro por detrás. Vamos, que ha hecho el esfuerzo de intentar contentar a todo el mundo. El problema es que le dibuja una silueta infame y le echa 10 años encima.
Cursi resulta en Cressida este Armani Privé de volantes al tobillo. Casi nos hace valorar más a la futura esposa de su exnovio. Y eso que tampoco es santo de nuestra devoción.
Pero, ¿quién invita a esta mujer, influencer israalí por más señas, al circuito cinematográfico de premios y festivales europeos? ¿Y por qué se ha saltado a la torera el planteamiento estilístico de la noche para acabar vestida de princesa Disney?
Lo han vuelto a hacer. Las reinas del mundo del espectáculo, de Jennifer Lawrence a Angelina Jolie, de Salma Hayek a Lupita Nyong'o, han decidido que los premios BAFTA eran una ocasión única para volver a mostrar su disgusto absoluto y su pleno rechazo a los abusos sexuales en su profesión y han decidido plantarse en la alfombra roja de los premios del cine británico vestidas del más riguroso negro Bernarda Alba. Eso nos obliga otra vez a aburrirnos sobremanera con una concatenación de vestidos de luto que pasan del espasmo gótico a la tragedia shakespeariana sin dejarse alguna cursilada (y mira que es difícil resultar pretenciosa vestida de negro) y un par de incongruencias que al menos sirven para permitirnos unas risas en un ambiente tan serio, sobrecogedor y dramático. Y no es que los vestidos en general hayan sido feos. Pero si algo saben esas estilistas que deben de estar tirándose de los pelos con todo este activismo social de Hollywood, es que no hay nada que destaque menos sobre una alfombra roja y un photocall que un vestido oscuro. Ni siquiera si es verde musgo en tono bosque profundo como el que ha elegido Kate Middleton.
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