La reina Mary de Dinamarca deslumbra con un vestido de gala de terciopelo con escote asimétrico y bolso amarillo

Mary de Dinamarca sigue de gala en gala. Tras presidir el pasado martes la cena ofrecida con motivo de la visita de Estado de la presidenta de Finlandia al país, celebrada en el palacio de Christiansborg, para la que recuperó un dos piezas en azul marino y lució la tiara Perarl Poiré, la reina se volvió a vestir de largo este jueves por la noche, decantándose en esta ocasión por un vestido azul marino de terciopelo con escote asimétrico, que combinó con cartera de mano amarilla y joyas doradas.

Federico X y su esposa asistieron a la cena organizada con motivo del 25º aniversario de AmCham's, un acto que tuvo lugar en el Palacio de Moltke, dentro del complejo palaciego de Amalienborg, en el que también residen los Reyes. Una cita de gala para la que Mary decidió seguir tirando de fondo de armario, como viene haciendo desde hace ya unos años, sobre todo con sus diseños de gala, que modifica y customiza para darles una segunda o incluso tercera vida.

En esta ocasión optó por lucir de nuevo un vestido de gala que le conocíamos poco, pues solo se lo habíamos visto en una fotografía. Nos encontramos ante una creación del danés Jesper Hovring, realizada en terciopelo azul marino. El diseño, de escote asimétrico que deja un hombro al aire, presenta una manga capa en color amarillo, creando un contraste de lo más interesante entre ambas tonalidades.

Mary estrenó este vestido en noviembre de 2018 para una cita con otros royals. Hablamos de la fiesta por el 70 cumpleaños del entonces príncipe Carlos que Isabel II organizó en Buckingham. Al tratarse de un acto privado, las fotos que nos llegaron fueron las de los invitados accediendo a palacio; sin embargo, desde la casa real danesa sí se compartió una única instantánea de Federico y Mary antes de la celebración en la que se veía a la ahora reina con este diseño.

Este jueves por la noche la australiana combinó el diseño de Hovring con una cartera de mano de satén en color amarillo, de Yves Saint Laurent, un complemento perfecto, pues casaba a la perfección con el amarillo mostaza de la capa del vestido. La reina llevaba también unos salones de charol negro firmados por Gianvito Rossi.

En cuanto a las joyas, Mary optó por piezas doradas, En concreto, unos pendientes de Rebekka Nortki de oro amarillo que representan dos conchas unidas por una pieza rectangular repleta de pequeños diamantes, y una pulsera tipo esclava de la misma joyería.

Simplemente perfecta.