Las musas del destape se dan cita 40 años después
María José Cantudo, Rocío Dúrcal, Bárbara Rey, Fiorella Faltoyano o Nadiuska son algunas de las mujeres que, en los años de la Transición, se atrevieron a
María José Cantudo, Rocío Dúrcal, Bárbara Rey, Fiorella Faltoyano o Nadiuska son algunas de las mujeres que, en los años de la Transición, se atrevieron a desnudar sus esculturales figuras en la gran pantalla, en un país dominado todavía por una estricta moral cristiana. Pese a que muchos las criticaron, el éxito de sus películas las convirtió en iconos de una época en la que España se preparaba para recibir su tan ansiada democracia.
El periodista y escritor José Aguilar reunió la tarde del lunes en la sede de la Academia del cine a algunas de las actrices más importantes de la década de los setenta para presentar "Las estrellas del destape y la Transición. El cine español se desnuda", un libro en el que recorre la vida de 23 artistas que escandalizaron con sus cuerpos a todo un país.
En conversaciones con Vanitatis, José Aguilar explica que su obra es un recorrido por la España de aquella época, contada en primera persona por sus protagonistas, desde un entorno fresco, libre de prejuicios y con claros síntomas de evolución positiva. Para él, el llamado "destape", fue un proceso que "nos llevó a la libertad que ahora disfrutamos y que nos ha formado como seres adultos".
Entre los artistas que no quisieron perderse tan importante evento se encontraban Pilar Velázquez, Álvaro de Luna, María José Alonso o Rosa Valenty, que no pararon de bromear con el autor e Isabel Gemio, encargada de presentar el acto. En una conversación distendida todos recordaron divertidas anécdotas que marcaron la vida de los protagonistas del libro.
Las actrices del destape
Una de las historias que más llaman la atención dentro de este libro es la de Ana Belén, quien siendo muy joven participó en el llamado cine del destape. La cantante no duda en desvelar sin pelos en la lengua algunos detalles sobre su vida sexual: “Yo fui virgen hasta los 19 años. Eso de la virginidad era un asunto que no me interesaba demasiado”.
En cuanto a los rodajes, la cantante recuerda que pese a la naturalidad que demostraban ante las cámaras, la situación no era nada cómoda: “La gente intenta aparentar absoluta naturalidad, pero lo cierto es que hay bastante tensión. Antes de rodar una escena venían y te decían: “no, no te destapes más, ya está bien, no es necesario, la sabanita por aquí”…. O “ponte boca abajo”… Y de repente, cuando se ponía en marcha el motor, surgía una mano y hacía ¡ras! y te quitaba la sabana y todo lo que llevabas encima”. De igual modo, la mujer de Víctor Manuel recuerda una divertida anécdota que puso en un aprieto a un compañero de reparto: “Y de repente… ¡zas!... Sentí que se empalmaba. El pobre lo debió pasar fatal”.
Pese a que para la cantante Ana Belén el hecho de rodar desnuda fue algo embarazoso, Emma Cohen lo recuerda de forma distinta. “Al sentirme arropada por el director, el operador, el cámara, como por el resto del equipo, las escenas íntimas discurrían sin más. Nunca he rechazado ninguna película porque tuviera demasiados desnudos injustificados. Mi desnudo no me avergonzaba, no me avergüenza. Es algo natural; así nacemos: desnudos”.
Durante aquellos años hubo producciones muy buenas dirigidas por los grandes del cine, sin embargo algunas de las películas que se rodaron no tenían argumento alguno y buscaban únicamente el destape de las actrices. Fiorella Faltoyano recuerda en el libro que en la década de los setenta le ofrecieron “muchas películas en las que le diálogo se limitaba a decir “buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches” y a continuación tenías que desnudarte”.
Otro de los capítulos que llaman la atención es el de Rocío Dúrcal, una mujer que pasó de ser niña prodigio del cine de los 60 a mostrar su cuerpo a los españoles que la habían visto crecer. Una de las películas que analiza Aguilar es “Me siento extraña”, un filme que protagonizó junto a Bárbara Rey y donde rodaron escenas lésbicas. A este respecto, el actor Paco Algora recordaba: “En aquellos años Marieta no estaba bien. Fue antes de que se fuera a México. Las escenas lésbicas entre Rocío Dúrcal y Bárbara Rey se grabaron con gran secretismo”.
María José Cantudo, Rocío Dúrcal, Bárbara Rey, Fiorella Faltoyano o Nadiuska son algunas de las mujeres que, en los años de la Transición, se atrevieron a desnudar sus esculturales figuras en la gran pantalla, en un país dominado todavía por una estricta moral cristiana. Pese a que muchos las criticaron, el éxito de sus películas las convirtió en iconos de una época en la que España se preparaba para recibir su tan ansiada democracia.