Las 4 veces que Felipe y Letizia han puesto buena cara (cuando pintaban bastos)

Día duro este lunes para la familia real española. La Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación derivada de las diligencias que mantenía abiertas Anticorrupción por las comisiones irregulares cobradas en la construcción del AVE a La Meca al detectar que una de las personas involucradas en los hechos investigados era don Juan Carlos.

Una decisión que pone en una complicada situación al Rey emérito y también a don Felipe, quien pocos minutos después de conocerse la noticia acudía al que era su primer acto de la fase 2 de Madrid. Junto a doña Letizia, realizó una visita al Centro de Alto Rendimiento (CAR), en las instalaciones del Consejo Superior de Deportes (CSD), coincidiendo con la vuelta a los entrenamientos de la mayor parte de los deportistas de élite españoles.

Sonrientes y cercanos, analizando las fotos nada hace pensar que acababan de recibir un duro golpe familiar por parte de la justicia española. Sin embargo, ellos no mostraron ni un ápice de preocupación, quizás porque ya están más que acostumbrados a sobrellevar este tipo de situaciones en las que saben que cualquier gesto o mirada desencadenará todo tipo de comentarios.

Los Reyes tienen experiencia en eso de llevar la procesión por dentro, y este lunes no ha sido más que una demostración de lo acostumbrados que están, sobre todo después del caso Nóos. Como ejemplo tenemos el día de 2017 en el que se anunció la sentencia de Urdangarin y la infanta. Lejos de quedarse en Zarzuela, don Felipe y doña Letizia quisieron seguir con su agenda con un acto en el Thyssen, al que, dada la expectación, acudió más prensa de lo normal.

Como viene siendo habitual, los Reyes ni se inmutaron. Y eso que la sentencia no era favorable para su cuñado: fue condenado a 6 años y 3 meses de cárcel por prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias y 2 delitos fiscales. Eso sí, la infanta Cristina quedó absuelta como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales cometidos por su marido en los años 2007 y 2008.

En junio de 2018 ocurría algo parecido. El día 12 se conocía la sentencia del Tribunal Supremo a Iñaki Urdangarin sobre los recursos presentados sobre el caso Nóos, condenándole la Sala Penal a cinco años y diez meses de cárcel. Fue doña Letizia la que dio la cara esa jornada y con total normalidad se reunió con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, ajena a los problemas que se le presentaban a su cuñado.

Solo unos días después, el 18 de junio, Urdangarin ingresaba en la prisión de Brieva mientras don Felipe y doña Letizia se encontraban en Estados Unidos. Los Reyes vivieron ese duro momento a kilómetros de allí, cumpliendo con su agenda, que los llevó a Nueva Orleans y San Antonio y después a la Casa Blanca, donde se encontraron con Donald y Melania Trump.

Pero no solo Nóos ha provocado que alguna aparición de los Reyes fuera incómoda. Solo hace falta recordar cuando en marzo de 2016 don Felipe y doña Letizia reaparecieron en el concierto en honor a las víctimas del terrorismo justo el mismo día en el que se había hecho público un sorprendente mensaje de la Reina enviado a López Madrid en el que lo llamaba "compi yogui", además de criticar a un medio de comunicación.