La impresionante boda de la hija del sultán de Brunéi: varios días de fiesta y fabulosas joyas

Mucho oro, mucho brillo y mucha pompa… Ser descendiente de uno de los hombres más ricos del planeta hace que tu día más especial se convierta en todo un derroche de lujo. Y así ha sido la fastuosa boda de la hija del sultán de Brunéi (una de los 12 que tiene) y Abdullah Nabil Mahmoud, celebrada el pasado viernes 21 de enero en la mezquita del sultán Omar Ali Saifuddien, en la capital, Bandar Seri Begawan. Era el colofón a más de una semana de celebraciones que comenzaron el pasado 16 de enero y que terminaron con la recepción que ofrecieron a sus invitados los recién casados el domingo 23.

Todo en este enlace real resulta espectacular, empezando por el lugar elegido, que es el perfecto escenario para un enlace de ensueño. La princesa y su prometido se dieron el 'sí,quiero' en la mezquita más importante, construida a mediados del siglo XX en honor al vigésimo octavo sultán del país, que fue quien le dio la independencia a Brunéi del Reino Unido e instauró las bases de su sociedad actual. Ubicada dentro de una laguna artificial junto al río, es un edificio imponente, blanco con majestuosas cúpulas doradas; la principal está cubierta de oro puro. En su interior, bóvedas, columnas de mármol traído de Italia, mosaicos y espectaculares alfombras de Arabia Saudí. Y frente al templo se exhibe la réplica de una barcaza real del siglo XVI.

La princesa Fadzillah Lubabul es fruto del matrimonio del sultán Hassanal Bolkiah con su segunda esposa, la exazafata Penigran Isteri Hajah Mariam, con la que estuvo casado entre 1982 y 2003. En la ceremonia nupcial solo estuvo presente el novio, que pronunció sus votos frente a la asamblea de hombres, casi todos miembros de la familia real con el sultán Hassanal Bolkiah en primera fila actuando como representante de su hija. En ella se le concedió el título de alteza real. Una vez terminada, se dispararon 17 cañonazos para anunciar a la población que la boda ya había terminado.

El príncipe Mateen, hermano de la novia, ha compartido algunas imágenes del banquete real celebrado en el palacio de Nurul Iman, residencia del sultán, y también les ha enviado un cariñoso mensaje: "Felicidades a los recién casados. Estoy muy feliz por ustedes dos. Le deseo mucho amor a mi hermosa hermana". La princesa vestía un impresionante traje blanco de cuello cerrado, manga larga y acabado en cola, confeccionado con un tejido de bordados tradicionales malayos y a juego con el traje de su ya marido realizado en la misma tela. Un velo de encaje tapaba su cabeza, coronada por una espectacular tiara de diamantes. No era la única joya que llevaba, pues llamaba la atención el majestuoso collar que colgaba sobre el diseño nupcial. Como curiosidad resaltar que, pese a cumplir con los cánones de moral, el estilo de Fadzillah Lubabul para su gran día era algo menos recatado que otras novias de la familia real de Brunéi. La esposa del príncipe Malik, con el que se casó en 2015, llevó en su día un traje de cuello alzado, al igual que su hermana, la princesa Hafizah.

Entre los actos previos a la boda como tal, la conocida como Istiadat Bersuruh Diraja, que se realiza con el fin de dar por iniciado el proceso de matrimonio. El 19 de enero, tuvo lugar una de las ceremonias tradicionales más significativas y vistosas, la llamada 'ceremonia del polvo', que consiste en ungir a los novios colocando en sus manos polvos de colores y aceite. Durante varias horas, los miembros de la familia real y los invitados desfilan frente a ellos repitiendo el ritual. Para este día, la princesa eligió un vestido rojo con pedrería y un impresionante tocado oriental de oro. Se la vio distendida, riéndose en muchos momentos…

Al día siguiente tuvieron lugar las ceremonias de recepción del signo real y del compromiso. El viernes 21 se celebró el enlace propiamente dicho y el 23 de enero hubo una ceremonia real para las novias. Los festejos concluyeron el domingo con el citado banquete real, donde pudimos ver a los recién casados, sentados en su trono dorado, recibiendo las felicitaciones de familiares e invitados.