Las últimas horas de Federico y Mary de Dinamarca en Noruega: paseo de la mano y posado de enamorados, pero vuelta a casa por separado

Tras dos intensos días, este jueves por la noche llegaba a su fin la visita de Estado de Federico y Mary de Dinamarca a Noruega. Un viaje en el que hemos podido constatar la buenísima relación que existe entre ambas familias reales, y también cómo se encuentra el matrimonio de los reyes daneses, quienes volvieron a deshacerse en muestras de cariño. A juzgar por las imágenes parece que el matrimonio ha conseguido superar la crisis que surgió tras la publicación en el mes de noviembre de unas fotos de Federico con Genoveva Casanova.

La segunda jornada en Noruega fue mucho más informal que la primera, y eso nos permitió ver una interacción más natural entre la pareja, aunque su despedida por separado fue un tanto extraña.

Empecemos el análisis por la mañana, cuando los reyes, acompañados por Haakon y Mette-Marit, hicieron una caminata por el bosque de Østmarka. Vestidos de sport, Federico y Mary se mostraron muy cómplices. El rey cogió en varias ocasiones a Mary por la cintura, y ambos compartieron sonrisas y confidencias, acallando así los rumores que siguen asegurando que su relación hace aguas.

Por la tarde, y tras un almuerzo oficial ofrecido por el gobierno de Noruega en el castillo de Akershus, Federico y Mary se fueron a dar un paseo por el centro de Oslo junto a la reina Sonia y Haakon y Mette-Marit. Los reyes daneses llegaron al encuentro cogidos de la mano, y así se les vio en varios momentos de la salida. Cuando ya se habían despedido de los miembros de la familia real noruega decidieron realizar un posado para los medios, bien agarrados y muy sonrientes.

La agenda continuó con una recepción ofrecida por Federico y Mary en el Dannebrog, el yate real danés, al que acudieron los reyes y los herederos noruegos. Este acto puso el broche final a la visita. Ya era el turno para los daneses de regresar a casa, aunque sorprendió que, tras tantas muestras de cariño públicas, lo hicieran por separado. Minutos después de que terminará la mencionada recepción, la australiana abandonaba al barco, vestida con jeans y camiseta de rayas, para poner rumbo al aeropuerto y coger un avión con destino Copenhague.

Federico, en cambio, se quedó en el Dannebrog, y cuando el yate zarpaba del puerto de Oslo, se le pudo ver en cubierta, con el resto de oficiales. El viaje en barco entre ambas capitales escandinavas es de menos de 20 horas, por lo que el rey no tardará en estar de nuevo en casa.

Para su llegada a Noruega los reyes sí decidieron hacer la travesía en el Dannebrog, embarcando en el puerto danés de Hornbæk, después de las críticas recibidas una semana antes en su visita a Estocolmo. A pesar de que el yate real estuvo atracado en el puerto de la capital sueca, solo se utilizó una noche como hotel, pues Federico y Mary llegaron y se fueron en avión. Muchos catalogaron aquello de paripé, y quizás de ahí venga esta intención de que en este nuevo viaje se les haya visto llegar e irse en el famoso barco, aunque el regreso vía mar fue solo para el rey.

Se desconoce el motivo por el que Mary tena tanta prisa por regresar de nuevo a Oslo y no poder hacer la travesía junto a su marido, con el que este lunes celebraba su 20 anivesario de boda.