Un experto en lenguaje corporal analiza la galantería de Macron con Kate Middleton: "No hay flirteo"

Durante la reciente visita de Estado de Emmanuel Macron al Reino Unido, no han pasado desapercibidos los gestos de complicidad entre el presidente francés y Kate Middleton. En particular, dos momentos han captado la atención de analistas y observadores: el beso en la mano que Macron ofreció a la princesa de Gales durante el recibimiento oficial, y el guiño que le dedicó al brindar juntos en la cena de gala.

Según el experto en lenguaje corporal y relaciones protocolares Cristian Salomoni, estos gestos revelan más que simples formas de cortesía. "Hay un claro choque entre los protocolos británico y francés. Los ingleses son más fríos, más comedidos; en cambio, los franceses tienen un comportamiento más expresivo, como más de caballero, con besos en la mano como el que Macron le dio a Kate Middleton", explica.

En ese contexto, tanto Macron como Kate se mantuvieron fieles a sus estilos. “A ella la veo en todo momento muy correcta y cómoda. Y Macron, pues, se comporta como es su personalidad. Cuando le guiña el ojo mientras brindan, es un gesto de galantería, de seducción y teatralidad. Él tiene carisma y se siente seguro. Sabe que tiene buena apariencia física y su personalidad se basa mucho en eso”, comenta Salomoni.

El presidente francés, dice el experto, no actúa desde un plano romántico, sino diplomático: “Tiene un contacto físico mucho más marcado, gestos más personales. No tiene para nada un trasfondo romántico, él utiliza ese encanto como herramienta diplomática”.

Por otro lado, la visita también ha servido para observar la conexión entre Kate Middleton y el príncipe Guillermo. “Kate y Guillermo son una pareja muy bonita. A nivel de complicidad, son un equipo, sonríen, parecen muy felices. Están enamorados claramente. Parece que están en los primeros meses de su relación. Su postura refleja sintonía y complicidad”, añade Salomoni.

Más allá del simbolismo político, los pequeños gestos han hablado por sí solos: galantería, cercanía, teatralidad y cariño se entremezclaron en esta visita de Estado, donde cada movimiento ha estado cargado de significado.