El robo del siglo en la mansión de Tamara Ecclestone

Tamara Ecclestone no ha dejado que algo tan trivial como el robo de su colección de joyas, valoradas en 60 millones de euros, arruine el viaje soñado de su hija pequeña a Laponia, que empezó tan solo unas horas antes de que su mansión fuera asaltada.

La hija del que fuera dueño del imperio de la F1, Bernie Ecclestone, y su familia han sido todo sonrisas en las fotos publicadas en su cuenta de Instagram en las que se les ve embarcando en su jet privado, disfrutando de la nieve y paseando en un trineo tirado por un reno.

La alegría de esta escapada ártica contrasta con el shock sufrido después de que su enorme mansión familiar de 84 millones de euros en Kensington, al oeste de Londres, fuera objeto de un robo. Según ha informado la policía, los tres ladrones entraron por el jardín trasero y se pasaron casi una hora desvalijando todas y cada una de las joyas de la joven. Entre las pertenencias saqueadas se encontraría una pulsera de Cartier, valorada en 85.000 euros, varios anillos de gran valor sentimental, valiosos relojes y pendientes.

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Los cacos pudieron hacerse con el valioso botín, abriendo varias cajas de seguridad y huyendo por una ventana, pese a que un guardia vigilaba en una habitación con un sistema de cámaras y que la casa, de nada menos que 57 habitaciones, está en una exclusiva calle con patrullas de vigilancia las 24 horas, cuyos vecinos son el dueño del Chelsea Roman Abramovich, el sultán de Brunéi o el hombre más rico de China, Wang Jianlin.

Scotland Yard trata de encontrar testigos que puedan aportar pruebas y de momento no ha realizado ningún arresto, mientras se trabaja con la posibilidad de que los ladrones pudieran haber contado con el apoyo de alguien en la casa que sabía que la familia estaría fuera y dónde estaban escondidas las joyas.

"Tamara y su familia se encuentran bien, pero obviamente están muy enfadados y conmocionados por el asunto", ha añadido el comunicado policial.