Labios: las nuevas reglas del rojo

Aunque nudes y marrones amenazan con hacer tambalear su reinado este próximo otoño, de momento el rojo sigue su mandato absoluto. Estas son las claves para convertirlo en el centro de atención:

Elige. A pesar de su fama de difíciles, los rojos sientan bien a todos los tonos de piel. Es cierto que los que tienden al naranja pueden hacer que los dientes parezcan ligeramente más amarillos. Si tu sonrisa no es blanca impoluta, vete mejor hacia la gama del carmesí.

Prepara. Ya sea en barra, en gloss o en tinte, el color se aplica mejor si los labios están bien hidratados. Necesitan siempre una extra de nutrición porque su piel es más fina que la del resto del rostro, así que el bálsamo debería ser imperativo legal. Aplica siempre una cantidad generosa unos quince minutos antes de maquillarte los labios para que les dé tiempo a los activos a penetrar bien.

Rellena. Olvida la vieja regla de aplicar, retirar el exceso apretando sobre un pañuelo de papel y reaplicar. Date una sola capa y, si quieres rebajar ligeramente su intensidad, sella con un bálsamo incoloro. Deja que el color se vaya difuminando de forma natural con el paso de las horas y reaplica solo cuando lo necesites.