Lola Casademunt, la reina catalana de los complementos y del bling-bling que facturaba 45 millones de euros

La historia de la diseñadora Lola Casademunt recién fallecida a los 93 años, es un ejemplo de cómo la determinación, la creatividad y el trabajo duro pueden transformar un pequeño proyecto personal en una empresa de moda de rápido crecimiento y reconocimiento internacional. Es un relato inspirador de perseverancia y éxito que comenzó en el sótano de una casa en Cardedeu, Barcelona en 1981, en la que una mujer viuda de 53 años con cuatro hijos, inició su aventura en el mundo de la moda creando a mano lazos, diademas y otros accesorios para el cabello.

Así la despedían en las redes sociales de la marca con un cariñoso mensaje: "La Sra. Lola es y será la razón de ser de nuestra empresa. Una mujer fuerte y resiliente que, en 1981, cuando se quedó viuda con cuatro hijos, decidió empezar un proyecto con el objetivo de tirar adelante a su familia. Y así nació LOLA CASADEMUNT. La Sra. Lola hizo de este, el proyecto de su vida y su ambición, valores y compromiso seguirán siendo nuestro objetivo para hacer que su legado continúe. Un ejemplo para todos nosotros con su visión pionera, su tenacidad y perseverancia. Nos quedamos con todas las lecciones y sabios aprendizajes que nos trasladó durante tantos años".

Lo que comenzó como un proyecto personal pronto se convirtió en un negocio prometedor. Casademunt empezó a vender sus creaciones en tiendas locales y, en apenas dos años, fundó la empresa que lleva su nombre, convirtiéndose rápidamente en un referente nacional en complementos para el pelo

El camino hacia el éxito no fue fácil. Antes de adentrarse en la moda, Lola había asumido brevemente el liderazgo de la fábrica de piensos de su difunto marido, pero se sintió fuera de lugar en un sector predominantemente masculino

Esta experiencia la impulsó a buscar un camino más acorde con sus pasiones y habilidades. La incorporación de su hija Maite Gassó, licenciada en diseño, marcó un punto de inflexión para la empresa. Con apenas 19 años, Maite se unió al negocio familiar, aportando una nueva visión creativa llena de colores vibrantes, estampados llamativos y diseños que combinan lo elegante con lo casual, permitiendo a las usuarias experimentar y mezclar prendas. Sus colecciones incluyen desde ropa para ocasiones especiales hasta opciones más informales, además de una amplia gama de complementos como bisutería, bolsos y calzado en los que el print animal y el bling bling del strass siempre aparecen de una u otra forma. La filosofía de la marca se centra en empoderar a las mujeres con prendas que transmiten confianza y actitud.

Actualmente, Maite es la presidenta y directora creativa de la compañía, liderando la expansión y modernización de la marca. Madre e hija trabajaron incansablemente para hacer crecer el negocio. Viajaron a ferias internacionales, buscando inspiración y estableciendo contactos, lo que les permitió expandirse más allá de Barcelona

Este esfuerzo dio sus frutos, y la empresa fue diversificando y ampliando su oferta año tras año. Hoy en día, Lola Casademunt es mucho más que una marca de accesorios. Ha evolucionado hasta convertirse en una firma de moda femenina completa, que incluye prendas de vestir, una línea de fiesta y calzado.

La marca se ha posicionado en el mercado con un precio medio de producto de alrededor de 200 euros, apelando a "mujeres con actitud, energía y fuerza", según palabras de Maite Casademunt.

Salto al mundo

Con más de 300 empleados en su sede central en Cardedeu, Lola Casademunt se ha convertido en una de las empresas españolas de moda de más rápido crecimiento

La marca no solo ha conquistado el mercado nacional, sino que también está dejando su huella en el escenario internacional de la moda, demostrando que con visión, perseverancia y creatividad, una pequeña idea nacida en el sótano de una casa puede convertirse en un imperio de la moda.