Seis claves que han convertido a Son Vell en uno de los hoteles más deseados de Menorca

A Menorca no le faltan atractivos. Con sus calas de ensueño, sus playas paradisíacas y su variada oferta gastronómica y de ocio, la isla se ha convertido en uno de los destinos preferidos para pasar unos días de desconexión junto al mar. A esa lista de bondades se suman los alojamientos que cuentan con todas las comodidades para elevar todavía más la experiencia como Son Vell, un singular hotel que forma parte de Vestige Collection y que, tras su apertura en 2023, ha logrado posicionarse entre los hoteles más prestigiosos. Descubrimos algunos de sus puntos fuertes.

1. Los orígenes

Uno de los aspectos que hace especial a Son Vell es la historia de su nacimiento, pues no se trata de un hotel al uso. De hecho, este enclave era una elegante casa solariega del XVIII que estaba en desuso, condenada a morir abandonada en el olvido. Pero el equipo de Vestige Collection —una iniciativa que se dedica a rescatar y restaurar tesoros arquitectónicos del patrimonio español— la adquirió con el compromiso de reformarla, cuidarla y darle una nueva vida, convirtiéndola así en un hotel.

De esta manera, Son Vell, tras un profundo proceso de restauración —en el que participaron desde arquitectos a museístas, hasta paisajistas, historiadores, interioristas y académicos—, pasó a tener una segunda oportunidad.

Al entrar en la finca, uno ya puede hacerse una idea de que no se encuentra en un alojamiento al uso, especialmente por la belleza que lo rodea todo: desde sus cuidados jardines, olivares y cítricos hasta la propia casa solariega pasando por los edificios tradicionales de labranza convertidos en suites de lujo con amplias terrazas privadas que destacan en la propiedad.

2. Una privilegiada ubicación

Otra de las razones que ha convertido este alojamiento en uno de los más buscados de Menorca es su emplazamiento, ya que se encuentra a solo 15 minutos a pie por la propia finca de una cala escondida, Son Vell, y a 20 minutos en coche de la histórica ciudad de Ciutadella, en la que destaca su casco histórico, su Castillo de San Nicolás, sus plazas —como la del Borne o la de Ses Voltes— y su oferta gastronómica y de ocio.

3. Habitaciones con esencia

El mismo encanto que rezuma en todo hotel se extiende a cada una de sus habitaciones, cuidadosamente decoradas y que reflejan la esencia de la antigua casa solariega. Son Vell cuenta con seis amplias habitaciones dentro de la casa principal que incluyen dos suites con terraza, una suite de dos dormitorios y una gran suite con una bañera estilo hammam.

El hotel cuenta con otro grupo de suites de jardín ubicadas en edificios anexos renovados y construcciones contemporáneas armoniosas con amplias terrazas que hacen las delicias de los visitantes.

4. Espacios para disfrutar

Otro de los puntos clave de Son Vell son sus espacios comunes, en los que destacan sus dos piscinas —una original del siglo XVIII y otra de 30 metros de largo— los dos bares que hay junto a ellas y, por supuesto, los restaurantes, que están abiertos a reservas para clientes no alojados en el hotel. Ambos están dirigidos por el chef Joan Bagur y son un auténtico homenaje al producto local de Menorca y su gastronomía:

Sa Clarissa ofrece un ambiente relajado y perfecto para desconectar, pues la ubicación del restaurante no puede ser más única e idílica, ya que se encuentra en la propia finca, rodeado de jardines. En la carta predominan las recetas mediterráneas elaboradas con ingredientes locales de la mejor calidad. Asimismo, el chef ofrece una propuesta de alta cocina saludable, nutritiva y deliciosa, apta para todos los gustos y dietas.

Vermell, por su parte, ha sido incluido en la Guía Repsol como restaurante recomendado y acaba de recibir el premio a restaurante revelación de Baleares, destaca por su elegancia y por su carta basada en el mejor producto de la isla. Su oferta gastronómica está inspirada en recetas populares y tradicionales de Menorca, con algunas influencias de la cocina de la península, de Gran Bretaña y de Francia. Este restaurante incluye, además, platos a la carta y menús degustación maridados con vinos seleccionados.

5. Tranquilidad y desconexión

En cualquiera de sus rincones se respira paz. Ello se debe en gran parte a los centenares de hectáreas de verde que lo rodean, pero también el ambiente y la decoración interior, pensada para sumergir, a quienes se hospeden en ellas, en un estado de calma y serenidad.

6. Para descubrir Menorca (o no)

Son Vell está diseñado tanto para disfrutar de Menorca como para no salir de sus instalaciones.

Para aquellos que quieren disfrutar al máximo del hotel, este ofrece distintas experiencias a los huéspedes entre las que destacan los paseos a caballo, tratamientos de belleza con productos de la marca de cosmética natural Rowse, excursiones en Jeep, cine bajo las estrellas, clases de yoga y pilates, paseos en bicicleta y en barco, picnics al atardecer u observación de estrellas, entre otras.