Felipe Benjumea (Abengoa) casa a su primogénita con un conde

Dicen que de una boda sale otra. Hace justo un año, el 16 de mayo de 2015, Felipe Benjumea, por entonces ya expresidente de la multinacional Abengoa, casaba a su hija Alejandra con un apuesto joven de señoriales apellidos llamado Fernando Domecq Núñez. Al enlace, celebrado en Sevilla, acudía la 'crème de la crème' de la capital hispalense, quecuriosamenterepetirá banquete muy próximamente en otra boda de los Benjumea, la de Blanca, la primogénita del empresario, que se casa el 25 de junio, tal y como confirman a Vanitatis fuentes cercanas a los novios.

El enlace tendrá lugar a las ocho y media de la tarde y, aunque no se sabe con certeza el lugar, el arraigo de los contrayentes indica que se darán el 'síquiero' en su tierra: Sevilla. El afortunado que está llamado a emparentar con una de las familias más ricas de España —su fortuna está cifrada en 600 millones de euros—es Álvaro Argüeso Dávila, IV conde de Garvey, título que le cedió su madre, María Lourdes Dávila Ybarra, el año pasado, según informa el BOE.

El joven, de 31 años, conoce bien el negocio de su familia política. Lleva desde 2013 trabajando en Abengoa, en Washington, comoanalista financiero. Su todavía novia, por su parte, de 26 años, también trabajó unos meses en la empresa familiar, pero despuésentró a formar parte de la consultora KPMG en su sede de Nueva York, donde estuvohasta el verano pasado. La pareja cruzó el charco hace año y medio y actualmente viven instalados en Estados Unidos para tristeza de sus familias, que a través de las redes sociales claman su regreso a Sevila.

La costosísima lista de bodas de los novios

Vanitatis ha tratado de recabar más detalles sobre el que aspira a convertirse en uno de los enlaces del año de la alta sociedad sevillana, pero desde el departamento de comunicación de Abengoa han declinado hacer declaraciones. “No podemos ayudaros. De la vida privada de la familia Benjumea no tenemos nada que decir”, se limitan a explicar al otro lado del teléfono.

Sin embargo, sobre lo que sí existe mucha información es sobre los regalos que los novios quieren incluir en su lista de bodas. La pareja, para ponérselo más fácil a sus invitados, ha volcado sus peticiones en una web nupcial y sus caprichos no están al alcance de cualquier bolsillo. Entre algunos de los regalos que piden a sus familiares y amigos está un viaje a la Toscana valorado en 1.500 euros, otro a Egipto de 1.650, un robot de cocina de 940, un microondas de 470, una excursión a México por 320 o un centro de planchado de 350. Para los que no dispongan de un bolsillo tan generoso, los novios también tienen otras sugerencias como un exprimidor de naranjas, una freidora o una cámara de fotos.

Los propios contrayentes saludan a los suyos a través de esta web. “¡Estamos encantados de veros por aquí! Podéis dejar mensajes, organizar vuestra venida a la boda y hacernos sugerencias de las canciones que os haría ilusión oir en la boda. Nos vemos. Besos y abrazos”, dice la pareja.

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