Victoria Federica, de fiesta en el barrio favorito de su tía Letizia

En septiembre cumple 17 años y, como a todas las adolescentes de su edad, a Victoria Federica le gusta salir con su pandilla a disfrutar la las tardes/noches de Madrid. Este domingo, víspera de San Isidro, festivo en la capital, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar estuvo con sus amigos en pleno Malasaña, uno de los barrios más animados de la capital, con un ambiente que hoy se llama 'boho chic' que gusta mucho a la 'gente bien', que antes se resistía a pisar ese barrio madrileño. Por ejemplo, en su juventud, su madre y sus tíos, el hoy Rey Felipe y la infanta Cristina, se movían por otras zonas más 'pijas' de la capital.

Eran las nueve en punto de la noche y Victoria Federica (que vestía con vaqueros, sudadera y su característica trenza, muy al estilo de la infanta Elena) estaba en los alrededores de la boca del Metro de Tribunal, una zona tradicional de 'quedada’ entre la juventud: la esquina de la calle Barceló con la calle Fuencarral. Muy cerca de la antigua discoteca Pachá (hoy Teatro Barceló) que tanto gusta a su hermano Froilán. Una vez reunidos todos, se perdieron por las calles que bajan al Dos de Mayo. Recordemos que pese a ser domingo, el lunes 15 era festivo en Madrid, por lo que la sobrina del Rey Felipe VI no tenía colegio al día siguiente.

Victoria Federica lleva desde su vuelta del internado inglés en el que estudió dos años una tranquila vida en Madrid, pues tanto la duquesa de Lugo como su exmarido quieren que sus hijos tengan un adolescencia lo más normal posible, pese a no descuidar por ello la educación que tienen que tener por ocupar el cuarto (Froilán) y el quinto puesto (Victoria) en la línea sucesión al trono.

Victoria Federica sigue así los pasos de la Reina Letizia, a quien más de una vez hemos visto ‘malaseñeando’, bien sea con Felipe o con las amigas que mantiene de su vida anterior, antes de entrar en la realeza, con las que solía salir por esa zona en sus ratos de ocio. Hoy Malasaña sigue siendo uno de los barrios más animados de la capital, con un ambiente que mezcla el punto ‘underground’ de toda la vida de esas calles que dieron vida a la Movida con un vecindario cada vez más gay (Chueca está a dos pasos y Malasaña es para muchos el 'nuevo Chueca’), muchos periodistas e incluso personajes como Esperanza Aguirre, que vive en el palacio (“que no palacete”, como ella misma nos hizo saber) que la familia de su marido tiene en Jesús del Valle, una de las calles más céntricas de la zona.

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