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El rey Juan Carlos en Casa Lucio: "Sofi, ¿sabes que Sabino nos deja?"
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10 AÑOS SIN SABINO FERNÁNDEZ CAMPO

El rey Juan Carlos en Casa Lucio: "Sofi, ¿sabes que Sabino nos deja?"

Una figura clave en la vida del rey Juan Carlos, siempre se caracterizó por una enorme discreción y lealtad que mantuvo hasta su muerte, hace diez años

Foto: Sabino Fernández Campo y el rey Juan Carlos. (EFE)
Sabino Fernández Campo y el rey Juan Carlos. (EFE)

Hace diez años fallecía en Madrid el general Sabino Fernández Campo, que trabajó casi dos décadas al servicio de la Corona. Fue jefe de la Casa de Su Majestad durante 16 años y después el rey don Juan Carlos lo nombró consejero privado vitalicio. La frase "Ni está ni se le espera" refiriéndose al general Armada la pronunció la tarde del 23 de febrero de 1981 y sirvió para desmontar el golpe de Estado. No quiso escribir nunca sus memorias porque decía: "Lo que puedo contar no tiene interés y lo que tiene interés no lo puedo contar". Fue también un asesor fiel y una especie de Pepito Grillo ante "las amistades peligrosas" que durante demasiado tiempo mantuvo el anterior jefe del Estado. Algunos de ellos acabaron en la cárcel y otros relacionados con negocios turbios.

Se enteró de su cese en el restaurante Casa Lucio. El Rey les había citado a él y a la reina Sofía para almorzar. Una comida distendida que acabó con una sorpresa inesperada para el jefe de la Casa cuando don Juan Carlos dijo: "Sofi, ¿sabes que Sabino nos deja?".

La razón para esa destitución tenía que ver con la red de intrigas que habían tejido sus enemigos para anular su influencia y sobre todo para aislar al monarca de personajes poco recomendables. Si le hubieran mantenido con mando en plaza, las tropelías de Urdangarin no habrían llegado tan lejos. O puede ser que el conde de Latores con su honradez y dignidad hubiera pedido el cese.

placeholder María Teresa Álvarez, en una imagen de archivo. (EFE)
María Teresa Álvarez, en una imagen de archivo. (EFE)

Su mujer, María Teresa Álvarez, periodista y escritora, recuerda para Vanitatis la figura de uno de los hombres mas importantes que contribuyó desde el silencio a fortalecer la jefatura del Estado que hoy ostenta Felipe.

Para este décimo aniversario no se ha organizado un funeral público. María Teresa Álvarez irá a misa como hace siempre: "Una de las cosas que me unía a Sabino era que los dos hemos tenido a Dios muy presente".

Reconoce que más que un matrimonio al uso, "vivíamos como novios. Yo tenía 50 años cuando nos casamos y nuestro proyecto de vida no era formar una familia, sino disfrutar de nuestra compañia".

De Sabino destaca su personalidad: "Era un hombre potente, fiel, humilde, sincero, discreto, muy buena persona y con unas convicciones y unos valores impresionantes".

placeholder Los Reyes eméritos, en el funeral por Sabino Fernández Campo. (EFE)
Los Reyes eméritos, en el funeral por Sabino Fernández Campo. (EFE)

Y con sentido del humor añade que "también muy coqueto. Yo le decía que de joven había sido guapo y de mayor mucho más. Se reía cuando le piropeaba "qué ojos tan bonitos tienes". Cuenta que estaba muy orgulloso de su faceta de escritora aunque "la novela histórica no era su preferida. Era más de ensayos y de otro tipo de literatura". Explica que nunca le preguntaba a su marido si quería leer lo que escribía: "A lo mejor le comentaba: "Mira, estoy preparando la documentación de este personaje o de este otro, pero nada mas".

Cuenta una anécdota que le sucedió cuando publicó 'El secreto de Maribárbola': "Resulta que le hacía una entrevista Faustino Álvarez, que le preguntó por mí, y no se le ocurrió otra cosa que decir: "Mi mujer ha escrito un libro erótico". Y con ese comentario me vendió una edición.

Una pareja discreta

María Teresa y Sabino eran una pareja muy compenetrada: "Reconozco que he tenido mucha suerte al haber compartido mi vida con él. Y claro que lo echo de menos. Físicamente, porque Sabino sigue estando conmigo. Cuando vuelvo a Madrid sigo pensando que me lo voy a encontrar en casa. Soy muy nostálgica, pero no soy la viuda clásica porque siempre fui muy independiente".

María Teresa, igual que siempre lo hizo el general Sabino Fernández Campo, no revela las situaciones mas incómodas que le tocó vivir cuando su marido fue relevado de una manera injusta de la Jefatura de la Casa de su Majestad: "Lo único que digo es que la gente de la Casa le ha respetado y le ha querido. Fue un hombre excepcional".

La escritora publicó 'La hija de la Indiana', su decimotercer libro el año pasado y está a punto de terminar su última novela histórica: "Es sobre Juana, la mal llamada la Loca, y tengo también un proyecto muy bonito. Un recorrido por los lugares donde se desarrolló la vida de María Pacheco, la Comunera".

Hace diez años fallecía en Madrid el general Sabino Fernández Campo, que trabajó casi dos décadas al servicio de la Corona. Fue jefe de la Casa de Su Majestad durante 16 años y después el rey don Juan Carlos lo nombró consejero privado vitalicio. La frase "Ni está ni se le espera" refiriéndose al general Armada la pronunció la tarde del 23 de febrero de 1981 y sirvió para desmontar el golpe de Estado. No quiso escribir nunca sus memorias porque decía: "Lo que puedo contar no tiene interés y lo que tiene interés no lo puedo contar". Fue también un asesor fiel y una especie de Pepito Grillo ante "las amistades peligrosas" que durante demasiado tiempo mantuvo el anterior jefe del Estado. Algunos de ellos acabaron en la cárcel y otros relacionados con negocios turbios.

Rey Don Juan Carlos Reina Sofía