Los pendientes de diamantes que la reina Letizia ya no luce (y el motivo)

Son muchas las piezas de inumerable valor que doña Letizia guarda en su joyero. Desde las joyas de pasar a exclusivas tiaras. Pero hay algunas de ellas que, además, tienen un gran valor sentimental. Como los pendientes que sus suegros, don Juan Carlos y doña Sofía, le entregaron como regalo unos días antes de su boda con el entonces Príncipe de Asturias, y que ella lució el 22 de mayo de 2004 junto a su vestido de Pertegaz y la tiara Prusiana.

Durante estos años, la Reina ha llevado con asiduidad estos pendientes, reservándolos sobre todo para grandes ocasiones, dado su gran valor. Y es que hablamos de dos aretes de platino con seis diamantes talla pera engarzados de 2,44 quilates, dos diamantes talla brillante de 1,22 quilates y dos diamantes talla brillante de 4,54 quilates. Se desconoce quién los realizó y cuánto costaron, pero dadas sus características podemos imaginar que había muchos ceros en esa cifra.

Como contábamos, doña Letizia los mostraba con orgullo en numerosas ocasiones; sin embargo, desde que se desveló el escándalo económico de don Juan Carlos, la Reina ha preferido no llevarlos. La última vez que se los vimos fue a mediados de octubre del año pasado durante las audiencias previas a los Premios Princesa de Asturias celebradas en el hotel Reconquista.

Aquel día, doña Letizia acaparó todos los flashes al estrenar un vestido gris perla con detalles florales y lazada en el cuello, un modelo de Pertegaz. Era la primera vez desde el día de su boda que la Reina confiaba en la firma y, como en aquella ocasión, quiso rescatar los pendientes regalo de sus suegros. Un homenaje al difunto modisto que la vistió para su enlace.

Desde octubre de 2019, doña Letizia no lleva los citados pendientes, quizás también para distanciarse de la imagen y de todo lo que tenga que ver con don Juan Carlos, cuyos escándalos financieros están creando muchos problemas a la Corona. Solo hace falta recordar que se desprendió de su anillo de compromiso, adquirido por Urdangarin con la cuenta de Nóos, en cuanto se supo de su procedencia.