El significado del lenguaje corporal de la princesa Leonor en sus nuevas fotos en Brasil: un gesto clave que refleja su estado

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La travesía del buque escuela Juan Sebastián Elcano ha llevado a la princesa Leonor y al resto de sus compañeros guardamarinas hasta Brasil. Concretamente, en este primer atraque, hasta Salvador de Bahía, donde hemos podido ver nuevas imágenes de la heredera junto a los demás cadetes.

Toda una aventura que marcará su vida, como recordaba el rey Felipe VI al hablar de su propia vivencia en Elcano, antes de la partida de su hija el pasado 11 de enero. Respecto a las fotografías y al vídeo de la princesa Leonor, hemos podio verla subida a uno de los mástiles o trabajando junto al resto de sus compañeros. Además de ver cómo desembarca en la ciudad junto al resto de la tripulación. Unas imágenes donde se ve un gesto clave en su lenguaje corporal.

Más allá de otros llamativos detalles, como su look con bermudas o los moratones que se pueden apreciar en sus brazos, normales cuando se realizan maniobras como las que los cadetes están practicando, al desembarcar en Salvador de Bahía también hemos sido testigos de la gran sonrisa de la Princesa. Tras saludar todos los guardamarinas con su gorra al aire y ver a la banda de Elcano tocando en el muelle, debemos fijarnos en su gestualidad.

A pesar de la gorra que cubre parte de su rostro, se puede apreciar que la princesa Leonor cuenta en varias imágenes con la conocida como sonrisa de Duchenne. Denominada así en honor a Guillaume-Benjamin-Amand Duchenne, un médico y neurólogo francés que fue pionero en sus estudios sobre la fisiología de los músculos faciales y las expresiones emocionales, está considerada la expresión más genuina de felicidad en el lenguaje corporal.

La sonrisa de la princesa Leonor

Se caracteriza por la contracción simultánea del músculo cigomático mayor, que eleva las comisuras de los labios, y del músculo orbicular de los ojos, que produce las características arrugas alrededor de los ojos, comúnmente conocidas como 'patas de gallo'. Es decir, se cumple aquello de que se sonríe con la boca, pero también con la mirada, como se aprecia en el caso de la Princesa.

Además, según el psicólogo Paul Ekman, uno de los principales expertos en emociones y lenguaje no verbal, esta sonrisa es un indicador muy fiable de alegría auténtica, ya que es difícil de fingir conscientemente. Un gesto que también se ve en otros de los momentos que se han compartido sobre estas primeras horas en Brasil.

A la par, también se puede observar su interés en seguir las órdenes junto al resto de cadetes o su entrega a las maniobras que está realizando en solitario. Así, se ve como la hermana de la infanta Sofía está concentrada, pero que también sonríe relajada. Una actitud formal, pero desenfadada, que se refleja en uno de los gestos más llamativos que se puede ver realizar a la princesa Leonor en este pequeño vídeo de la Casa Real.

Sobre la cubierta del navío, mientras espera charlando y riéndose con otros compañeros, se ve a la princesa Leonor con los brazos en jarra. Un gesto que unido a su sonrisa es símbolo de confianza y comodidad, según diferentes expertos en kinésica (el estudio del lenguaje corporal)

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Paloma Barrientos

El experto Allan Pease, autor de 'El lenguaje del cuerpo', asegura en su libro que colocar las manos en la cintura con los codos hacia afuera mientras hay una sonrisa genuina, refleja autoconfianza, una disposición abierta y amigable. De hecho, según sus palabras, se produce en entornos donde una persona se siente cómoda. Una gestualidad que sugiere que está disfrutando del momento y que su actitud es positiva, y que se podría aplicar a la hija de los Reyes.

Una teoría avalada por Amy Cuddy, psicóloga social y autora de 'Presencia', quien reveló en una charla TED cómo este tipo de posiciones corporales se han vinculado con posturas expansivas e incluso han sido vistas como negativas. Sin embargo, lejos de ser un gesto de desafío, en un contexto amigable indica que la persona está disfrutando del entorno y se siente plenamente segura y en sintonía con quienes la rodean.

Unas claves que, a tenor del lenguaje corporal de la princesa Leonor, demostrarían que la heredera está disfrutando al máximo de su travesía en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Un viaje del que todavía queda mucho recorrido por delante, con paradas en Chile, Perú, Panamá o Nueva York.