Un vestido icónico, un embarazo prematrimonial y un tráiler casposo: lo que no sabías de Nancy Reagan

La actriz que se convirtió en primera dama

Ha muerto con 94 años y en Estados Unidos siempre será un emblema. Anne Frances Robbins, nombre verdadero de esta mujer que pasará a la historia como la esposa del presidente estadounidense más conservador del siglo XX fue toda una institución americana. La sola mención de su nombre en varios capítulos de la serie 'Las chicas de oro' da buena cuenta de su popularidad durante los años 80. Actriz de serie B durante los años 50y esposa fiel de Ronald Reagan hasta que este murió consumido por el alzhéimerson muchas las curiosidades que rodearon a esta mujer de semblante discreto e ineludible carácter conservador. Estas son varias 'perlas'sobre la que fuese primera dama de Estados Unidos durante una década crucial en la política mundial: la de los 80.

Actriz de serie B

Que la fotografía de la izquierda no les engañe. Pese al glamour de la época más dorada de Hollywood, que propiciaba retratos tan cuidados como este, Nancy Davis (como se hacía llamar entonces) fue una actriz de bajo perfil y casi nunca destacó en ninguna película digna de mención. A pesar de que su debut fue en 'Jennie',la fantasía de William Dieterle que protagonizaron Jennifer Jones y Joseph Cotten, lo suyo fueron los personajes residuales en películas de serie B. La década más gloriosa de la ciencia ficción nos la presentó como una fija de este tipo de cintas. Aquella que la unió a su marido, 'Hellcats of the Navy', tampoco era 'Lo que el viento se llevó' precisamente.

Eterna compañera de Reagan y embarazo prematrimonial

Se casaron el 4 de marzo de 1952 y estuvieron juntos hasta la muerte de él, en junio de 2004. Tuvieron dos hijos y ella fueprácticamentesu enfermera cuando él fue pereciendo a causa del alzhéimer. La fidelidad de Nancy hacia su marido estaba basada en el conservadurismo que ambos compartían. Pese a sus valores familiares, ella se casó con él embarazada de tres meses.

Ahijada de una estrella del cine mudo

Aunque nunca fue una Katharine Hepburn ni una Bette Davis, Nancy tuvo a la mejor madrina posible para hacer una entrada triunfal en el cine: Alla Nazimova. La que fuese una de las mayores estrellas del Hollywood de la época muda, famosa por su lesbianismo y por protagonizar la primera versión de 'Camille' al lado de Rodolfo Valentino, fue su madrina.

Icono de estilo

También lo decían 'Las chicas de oro' (aunque fuese para criticarla): Nancy era todo un icono de estilo. Los vestidos más llamativos de una década tan poco dada a la discreción estilística como la de los 80 fueron los suyos. Esta foto ilustra bien su forma de vestir: una camisa con chorreras y una bonita falda roja que no dejan lugar para la indiferencia.

Supersticiosa hasta la médula

Durante toda su vida, Nancy no tuvo reparos a la hora de consultar a brujas y de andarse con pies de plomo a la hora de utilizar la cifra 13 o el color amarillo, por ejemplo.Las manías de Nancy con respecto a la mala o la buenasuerte, que tanto hacían reír a Ronald, eran numerosas y rocambolescas.

Adicta a las pastillas para adelgazar

Aunque durante toda su vida fue lo suficientemente delgada como para no preocuparse jamás por su dieta, en el libro 'House of Secrets' su hija Patti aseguró que Nancy fue adicta, durante toda su vida, a las píldoras de adelgazamiento. Eso hizo que en fotografías como esta, en la que aparece al lado de Michael Jackson, su delgadez sea extrema.

El baile flamenco de su visita a España

La visita que el matrimonio Reagan hizo a España en 1985 fue "bastante fría", según narraron las crónicas de la época. Eso no evitó que Nancy compitiese en elegancia con la Reina Sofía y con las infantas o que se pusiese a bailar flamenco (bastante mal, todo hay que decirlo) en uno de los espectáculos 'typical spanish' que se le ofrecieron a la primera dama y a su importantísimo marido.

Admirada hasta el final

Admirada por la superación de un cáncer de mama y querida por los republicanos y por gran parte del país que alabó su discreción y la forma en la que siempre recordó a su marido, Nancy Reagan recibió el cariño de los políticos norteamericanos hasta el final. Durante un homenaje a Reagan hasta el mismísimo Obama la elogió pese a tener ideas políticas bastante opuestas a las de ella.

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