Daltónico, 'tetero' y sin móvil: la sencilla vida de Christopher Nolan (más que sus películas)

Christopher Nolan se ha ganado a pulso la fama de director con una narrativa compleja, y por eso es uno de los más amados y odiados a partes iguales en las redes sociales. Él, que con siete años ya andaba con una cámara de super-8 grabando sus primeras historias con los juguetes como personajes, se ha convertido en uno de los realizadores más controvertidos pero al mismo tiempo más taquilleros de la historia. Algunas de sus películas superan los mil millones de recaudación, así que sus 'idas de olla' son un caramelo para la taquilla.

Su nombre ha aparecido varias veces en la lista Forbes que reúne a los hombres y mujeres mas ricos del mundo, y él mismo está tan convencido de su talento que para su última producción ha decidido rebajar parte de su salario para obtenerlo como parte de la recaudación. Según los expertos, 'Tenet' necesita superar los 450 millones de dólares para empezar a generar ganancias. A partir de ahí, un 20% de cada dólar, euro o rupia que genere será para el bolsillo del director. Eso vendría a sumarse a un patrimonio neto que, según algunas fuentes, rondaría los 180 millones de dólares con una fortuna personal en torno a los 130 millones.

Suponemos que la idea ha sido consensuada con Emma Thomas, su mujer y socia en el negocio. Su historia de amor es casi tan sencilla como el resto de su existencia: se conocieron cuando Nolan tenía 19 años y ambos estudiaban literatura inglesa en el University College London. Ella vivía un piso por encima de él en la residencia universitaria y ambos se iniciaron juntos en el mundo del cine. Corrían los primeros años 90: “Empecé a producir cortometrajes para Chris sin entender realmente lo que estaba haciendo. Solo pensé que estaba ayudando", explicaría años después recordando cómo fueron sus inicios entre favores de amigos y la compra de bocadillos para el equipo. Con el paso del tiempo, el matrimonio se ha consolidado (tienen tres hijos y una hija) y el tándem director-productora también (ella ha producido todos los largometrajes de Nolan desde su película 'Following' de 1998).

Sin conexión

Nacido en Londres el 30 de julio de 1970, el director creció entre la capital inglesa e Illinois, en Estados Unidos. Sus padres no estaban vinculados con el universo al que se ha dedicado después: su madre era auxiliar de vuelo y profesora de inglés, y su padre, ejecutivo de publicidad. Tiene dos hermanos más y también doble nacionalidad: británica y estadounidense.

Celoso de su vida privada, poco ha trascendido de sus filias y fobias más allá de que es daltónico ("Apenas puedo ver tonos de púrpura"), tiene un tío que trabajaba en la NASA, es adicto al té (en especial al earl grey, que siempre bebe por litros en los rodajes, y él mismo ha reconocido que “mi asistente puede traerme té en un glaciar”), y usa solo dos uniformes para trabajar (uno para días de frío y otro para días de calor) porque "era una pérdida de energía elegir qué ponerse todos los días".

Tal vez lo más atípico en una vida bastante plana para una estrella de Hollywood (los directores también pueden serlo, y si no que le pregunten a Tarantino o las hermanas Wachowski) es que no tiene redes sociales ni correo electrónico ni (redoble de tambores) móvil. Lo de las redes, bueno, hay mucha gente que tampoco tiene perfiles y sigue viviendo; lo del 'mail', vale, hay personas que no lo necesitan para comunicarse con el exterior ("No creo que me ayude con nada de lo que estoy haciendo. Simplemente no podía molestarme por eso", ha declarado); pero lo del móvil...

El director de 'Origen' explicaba en una entrevista para 'The Hollywood Reporter' que cuando empezó en el negocio del cine no muchas personas tenían móviles. “Nunca me he molestado en tener uno y he sido muy afortunado en haber seguido trabajando. Siempre hay alguien alrededor que me puede pasar un celular si alguien me necesita. De hecho, me gusta no tener móvil porque me da tiempo para pensar. Cuando lo tienes, en cuanto te quedan 10 minutos libres, lo coges y comienzas a mirar cosas”.